Portland Timbers tiene su propio Cristiano, uno que en los más recientes cuatro partidos ha marcado tres goles, una asistencia y una falta en su contra se convirtió en el gol dela victoria. Para un equipo que suma seis triunfos en fila.

A él no le gusta ni le interesa que le llamen así, porque Cristiano Samuel Armenteros Núñez Jansson busca su propio legado. “Algunas personas han buscado relacionar mi primer nombre, como también mi segundo con jugadores como Ronaldo o Etoo. Pero yo quiero poner en el mapa Armenteros”, le dijo el sueco de padre cubano a AS USA.

Así que como a James Bond.. Hay que llamarlo Samuel, Samuel …Armenteros, o ‘Sam’ como le conocen al interior del equipo en donde se ha sentido gratamente recibido. “Todos me han tratado muy. Estoy muy bien aquí”, aseguró.

Las comparaciones

Y es que Samuel lo necesitaba, los seis meses anteriores no habían salido bien en el Benevento de la Serie A, en donde se quedó sin oportunidades de jugar, “nunca supe la razón”. Algo que además le sacó del radar del seleccionado sueco con el que había debutado en 2017 y se enfilaba a pelear un cupo para Rusia 2018.

“Cuando estoy feliz y con todo en orden es cuando los resultados se ven en la cancha. Traté de olvidarme lo más pronto posible de esos seis meses (en Benevento)”, contó al tiempo que aceptó que no fue una experiencia positiva y fue él mismo quien pidió salir del equipo recién ascendido a la primera división italiana.

Página pasada, su gran momento le generó otra comparación. Esta vez tras su más reciente gol, con el holandés Dennis Bergkamp. “Es divertido porque viví en Holanda como ocho años y lo vi a él muchas veces”, confesó el delantero de Portland Timbers.

“Recuerdo haber visto ese gol muchas veces. Pero no fue algo que yo pensara o que hago todo el tiempo, simplemente improvisé. Usualmente no piensas en esas cosas porque si lo piensas mucho en una jugada terminas cometiendo errores”, describió acerca del movimiento con el que se quitó al defensor de Colorado Rapids.

Nuevo camino en MLS

La adaptación a la MLS y a Portland parece haber tomado ya su camino. Son en total 10 juegos, tres como titular, tres goles, una asistencia y varios momentos influyentes en el resultado. “Siempre toma cierto tiempo adaptarse cuando uno se mueve de país a país, yo tengo esa experiencia. No es solo patear una pelota sino poner en sintonía todos los asuntos del juego con compañeros, cuerpo técnico y los sistemas”.

Pero además, como en muchas ocasiones hay que repetir a muchos aficionados y prensa, los futbolistas también son personas. “Tienes que buscar dónde vivir, resolver asuntos de familia, temas oficiales, muchas otras cosas que afectan el día a día”, explicó.

En el caso específico de Samuel, vive separado de su hijo de tres años y medio de edad, quien se mantiene en Holanda con la mamá. “Estuvo aquí hace unos días de visita y ya está de vuelta en casa. Seguramente podré verlo de nuevo al final de julio”, reveló.

Dentro del campo de juego, Armenteros se encontró un fútbol con variables que ha ido adicionando. “Cada liga es diferente. Aquí el juego es mucho más rápido, más físico, más táctico que en otras partes”.

Para ‘Sam’ la gran diferencia es una simplemente de cultura. “En los países donde el fútbol es el deporte mayoritario y principal, los chicos tienen esas cosas que hacen parte casi que del ADN desde los 10, 11 años”.

A pesar de su gran momento, Armenteros cree que hay mucho campo para crecer. “Para mí se trata de aprender siempre y ser cada día mejor. Me gusta enfocarme en el día a día y hacerlo lo mejor posible por ese día”.

Por esa misma razón, no se pone metas individuales, sabe que en una temporada completa con todas las oportunidades, como la del 2016-2017 sumó casi 30 goles en alrededor de 20 partidos, y en tres de las seis completas en las que ha tenido regularidad, ha marcado doble dígitos de goles.

“Sé lo que soy, las cualidades y técnica que tengo. Se trata de estar en mi mejor momento en todos los aspectos y sé que puedo contribuir en mucho al equipo”.

Cuba, el nombre y el ‘doble Sam’

Armenteros es su primer apellido, tomado de su padre cubano. Del que realmente conserva los dos apellidos, es decir Armenteros Núñez. Mientras que el Jansson es el de su señora madre. “Es un nombre muy largo, lo sé”. Explicó sonriendo. “Mi padre es muy religioso y tanto Cristiano como Samuel son obviamente nombres bíblicos. Pero además el nombre de mi madre es Cristina”, nos contó.

Samuel dice sentir el doble lado de sus culturas. “Cuba está siempre en mi corazón por mi padre y la familia que aún tengo allí”, dijo.

“Tengo sangre cubana y mi madre es sueca, así que creo que eso afecta el tipo de carácter y cultura que te vas formando. Tengo dos lados de mí”, aseguró al tiempo que contó que ha visitado la isla en varias ocasiones, la más reciente hace unos cuatro años.

“Quiero hacer a mi familia orgullosa”, apuntó Armenteros no solo en consideración a sus apellidos sino a lo que significa tener personas siguiéndole en diferentes partes del mundo por sentirse cercanas de sangre.

Finalmente, ‘Sam’ aceptó que si las cosas se mantienen en el camino ascendente que están ahora mismo, le encantaría convertir su préstamo en una transferencia permanente a MLS. “No me interesa regresar a Benevento, aunque tampoco tengo problema en enfrentar de nuevo el movimiento, pero estoy jugando cada vez mejor aquí, me siento de nuevo en paz y veremos lo que sucede”.