Los mejores narradores latinos en USA: 5 - John Laguna
John Laguna nació en Estados Unidos, creció en México y es hoy una de las voces principales en Fox Deportes. Sin embargo, su intención original era ser piloto. El Salvador contará con el mejor estadio de Centroamérica
A John Laguna también le gustaban los deportes desde que tenía uso de razón. Sin espacios para pilotear, encontró cabida en Televisa. Un amigo de la preparatoria 9 le ayudó a entrar: "Necesitaba trabajar". Sus comienzos en los medios de comunicación fue en la sección de audio de los noticieros, una labor meramente técnica que, sin embargo, lo llevó a viajar a Hong Kong, Corea y China de la mano del reconocido periodista Abraham Zabludovsky. En la televisora de Chapultepec conoció a los tótems de la división de deportes en Televisa: Antonio de Valdés, Enrique Burak, Fernando Schwartz. Con ellos descargaba su pasión por el fútbol americano, el tenis, el basquetbol. "'Toño' me decía 'vuélvete comentarista' y le tomé la palabra". 'Memo' González, encargado de eventos especiales en Televisa Deportes, accedió a hacerle una prueba: narrar un partido de fútbol americano, en compañía de Enrique Burak. El resultado no fue el deseado: "La hice tan mal que ni las gracias les fui a dar". Sin embargo, el salto llegó pronto, pero no fue en México, sino en Estados Unidos. John Laguna puso rumbo a Los Ángeles en 1994, donde incursionó en una compañía de teléfonos públicos y después laboró para una editora de audio que había conocido durante su etapa en Televisa: "Había que sobrevivir, como todos. No me gustaba nada de eso". Todo, hasta que la naciente Cadena Deportiva se encontró en su camino.
El arranque, no obstante, fue duro. La soledad, la aventura lejos del entorno familiar, las memorias y las amistades, la imprevisibilidad; el arrojarse al vacío siempre es un reto. El caso de John no fue muy distinto al de tantos inmigrantes en la Unión Americana. "El cambio fue duro porque vine en septiembre y pasé esa primera Navidad solo. No tenía familia en Los Ángeles, solo tenía a la tía de una amiga y un amigo de la adolescencia con quien jugaba squash en México. Ella fue muy linda conmigo, me recibió en su casa. Mi cuarto tenía una cama de 13 pulgadas de ancho, no tenía mucho más". Su amistad lo invitó a pasar aquellas fiestas decembrinas con su familia, sin embargo, su tío no lo permitió: "Dije que jamás iba a volver a pasar una navidad solo en USA". Después de los primeros siete meses, el seven month itch, todo empezó a encausar: "Luego empiezas a formar tu grupo de amigos; además es una ciudad llena de latinos y así es un poco más fácil integrarse". Aún, con 20 años en Estados Unidos, refrenda orgulloso su 'chilanguismo':"Soy chilango a todo orgullo, creí en el DF, me fui a los 2 años y medio a vivir a México. Cuando juega México vs. USA, yo le voy a México. Estoy agradecido con este país, porque me ha dado una linda carrera, una familia, mis hijos son americanos; no me ha ido mal".
A pesar de los sueños cumplidos, de la carrera plena, a John Laguna todavía le queda uno pendiente: narrar una Copa del Mundo. Estuvo en México '86, pero en labores técnicas con base en Querétaro e Irapuato: "Si no se da, tampoco voy a clavarme mucho en eso, prefiero siempre ver lo que me ha pasado, que ha sido mucho". Voltea atrás a su carrera, y encuentra la plenitud, el agradecimiento, una hermosa postal que se le ha quedado impregnada en la retina; la prueba terminante de que, en realidad, no estaba en su destino pilotear aviones: "Un partido de André Agassi en el US Open, yo lo estoy narrando para todo el contintente, al fondo está el atarceder con todo el skyline de Nueva York; ¿qué más puedes pedirle a Dios, más que salud?"