Las dos frases que relanzaron al Barcelona tras la Supercopa
Tocó fondo en la Supercopa de España. Piqué dijo que “por primera vez en nueve años me siento inferior”. Valverde animó al grupo: “El Madrid no es invencible. Perderá”
El Barça parecía no ver el fondo el pasado 16 de agosto. El adiós de Neymar al PSG había impactado moralmente en el grupo. El club tampoco había sido capaz de fichar a Marco Verratti y Philippe Coutinho, la brecha entre jugadores y directivos se agrandaba, Messi ‘pasaba’ de firmar su renovación, se mascaba una moción de censura y el Madrid, una avalancha, pasó por encima suya en la vuelta de la Supercopa de España. El 2-0 del Bernabéu evidenció una distancia sideral entre los dos trasatlánticos mundiales. Joven y fresco, con Asensio e Isco desatados, la vitalidad del Madrid contrastó con el decaimiento de un equipo oscuro, triste y depresivo que parecía desahuciado. Un año difícil por delante. Nadie expresó mejor que Piqué la sensación del barcelonismo: “Por primera vez en nueve años que llevo aquí, me siento inferior ante el Madrid”. Nada que ver con la frase que había pronunciado sobre el mismo césped del Bernabéu en abril después del 2-3: “Somos infinitamente mejores”. En agosto, Piqué admitió que el Barça no vivía su mejor momento como club. Fue la asunción de que algo debía cambiar. Asimilar su situación de inferioridad ante la nueva hegemonía blanca y volver a impulsarse desde el trabajo.
Esa misma noche, Ernesto Valverde hizo de contrapeso. Curioso cambio de papeles. Fue Piqué, orgulloso y en ocasiones algo altivo, el que había enarbolado la bandera blanca. Y el Txingurri, mucho más prudente por normal general, quien tuvo que sacar la cara por su equipo y anunciar que el Barça no tiraría a la basura la temporada. “El Madrid no es invencible. Perderá”. Quien no ha perdido desde entonces es el Barça. Valverde salvó los primeros partidos de Liga (Betis y Alavés) con un perfil bajo. En el primer parón recibió a Dembélé, sin el que se quedó pronto. Pero el Barça fue cogiendo confianza. 3-0 a la Juventus, coraje para remontar el partido de Getafe con Paulinho ya convertido en uno de los líderes silenciosos…, así hasta superar con notable las tres pruebas más duras del campeonato (Valencia, Atlético y Juventus en Turín) y sobresaliente otras visitas duras (San Mamés y Villarreal). Las frases de Piqué y Valverde convergieron en un equipo que tenía todavía más fútbol del que sospechaba y que ha recuperado la ética del trabajo y la inercia ganadora. Falta por saber ahora si las palabras del central y el capitán también unen sus caminos en el Bernabéu, Piqué no se siente inferior y Valverde demuestra que el Madrid no es invencible.
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