Otro día de...
Asco mayúsculo, de querer comerse la tele, de echar de menos a Paco Alcácer y a Simonsen, de querer acelerar el tiempo y que noventa minutos se convirtieran en 5, de preguntar cuanto cuesta Ybadala, Libadala o cómo se llame el nuevo Schevshenko que destrozó al Barça en el 97 mientras Vitor Bahía se comía todos los goles, de preguntar qué echan en Netflix, de mirar fotos antiguas, de patear un cojín que te había mirado mal, de ver el Feibuk para que el tiempo corra, de jurar en arameo, de pensar en el Bayern y que nos cure mañana, de decir "pues no hemos jugado tan mal" y que te respondan "pues os han metido tres goles como tres soles", de pensar por qué en el minuto doce de la primera parte no se producía el apocalipse zombie, de tener visiones y recordar a Ravanelli y a Vialli levantando la Champions hace casi veinte años, de enviar mensajes a amigos del Atlético y poner velas, de que no cayera el cuarto gol, por favor, por favor el cuarto gol, ¡no!, de enterarte de las bombas de Dortmund y desear que no haya nunca más y que Bartra se ponga bien pronto, de volver a ver el reloj y que ya nos hemos comido tres y espérate que nos van a caer más, de que la Vecchia Signora es mucho más que el PSG y que en uno están Allegri y Buffon y en el otro estaban Emery y una banda, de preguntar que alguien llame al árbitro de la vuelta contra el PSG... Ytekinh, Flipekin, Elekkin... (que alguien le llame), de que Piqué se ha comido los dos primeros goles y Sergio Ramos mete los goles de corners, de que el mejor de la segunda parte ha sido André Gomes, sí, sí, pa flipar, ¿eh?, de que cuándo nos meten uno o dos no sabemos reaccionar, de que Luis Enrique ha metido una de tortas a sus jugadores en la rueda de prensa que las ostias se han oído en la montaña de Superga de Turín, de que no hay extremos, de que queremos entrar por el centro, de que no hay banquillo, de que no salimos bien la primera parte, de que no hay intensidad, de que van sumándose los minutos y seguimos sin meter goles...
en fin...
otro día de...