Los Warriors sin Durant: fin a la racha de 147 partidos
La última vez que Golden State perdía los dos partidos consecutivos fue en abril de 2015. Curry y Klay Thompson, horribles desde el triple.
Alguna vez tenía que volver a pasar y casi dos años después pasó a caballo entre Washington y Chicago. Los Golden State Warriors cayeron ante los Bulls (94-87) igual que lo hicieron en el anterior partido frente a los Wizards y encadenaron por primera vez en 147 encuentros dos derrotas consecutivas en Temporada Regular (en las Finales perdieron tres consecutivos). Hay que remontarse a abril de 2015 para recordar la última vez que el conjunto de Steve Kerr sufría algo semejante. En esa ocasión fue entre San Antonio (5 de abril) y Nueva Orleans (7 de abril). Ese año ganaron el anillo. Una curiosidad para dotar de cierta alegría la primera noche sin Durant, en la que todo lo que tenía que salir mal, lo hizo y en la que Stephen Curry y Klay Thompson fallaron todo lo que tenían que fallar.
La derrota, además, llegó donde menos se esperaba. Los Bulls son una sombra de su pasado más cercano. Con un superávit de bases y jugadores limitados, la franquicia de Illinois tiene el arte, el poder mutante de absorber la energía de sus enemigos y dejar sus cualidades en nada. Así, los de La Bahía se enfangaron frente a un conjunto que ha ganado las 18 veces que ha sido televisado por la TNT y que acumula un sorprendente balance 9-3 contra Celtics (2-1), Cavaliers (3-0), Spurs (1-1), Raptors (2-0) y Warriors (1-1). Nada mal para el peor de la Liga en anotación (6,8) y porcentaje de triples (32,4%) por cada 100 posesiones. Pero así es la vida. "Estamos pasando por un momento difícil, pero nos vamos a recuperar", comentó tras la derrota Steve Kerr, que durante el encuentro y por la frustración acumulada, rompió la pizarra de jugadas.
Sin el lesionado Durant, el rookie Patrick McCaw salió de titular, pero nadie se hizo cargo de los 25,3 puntos de media que el alero anota cada día. Es cierto que sin él, los Warriors han alcanzado cotas jamás vistas en la NBA (73-9) y un anillo, pero se alimentaban de aquellos que salieron para hacer hueco al MVP de 2014. Ya no están ni Barnes ni Bogut en el quinteto inicial. Ya no salen desde el banquillo ni Ezeli ni Barbosa ni Speights. Cinco jugadores que servían de martillo pilón contra cualquier rival. No había un brillo MVP en ellos, pero eran una jauría incesante y demoledora. Uno de los pilares básicos en estos Warriors victoriosos. Ahora no están y hay que aclimatarse a unos nuevos tiempos en los que Durant faltará al menos un mes. Quizá más. Veremos que ocurre.
Lo que es difícil que vuelva a suceder es lo visto en el United Center. Curry y Thompson se combinaron para un 3/22 desde el perímetro: 0/4 en el primer cuarto, 2/6 en el segundo, 1/3 en el tercero y 0/9 en el último. Una pésima cadencia que permitió sobrevivir con cinco triples a los Bulls, que tuvieron a un excepcional Bobby Portis (17) en la primer mitad y a un constante Jimmy Butler (22) durante todo el duelo. Niko Mirotic se quedó en 5 puntos. De esta forma, los de Hoiberg resistieron a las maneras de Iguodala (10) en el segundo cuarto. Una canasta del debutante Barnes permitió la máxima para los visitantes. El +10 (24-34, 7:50) duró 12 minutos. Grant, con un acierto desde el exterior, daba la vuelta al marcador (59-58, 8:50) y abría la puerta para que los locales entraran en el tramo final del partido con ventaja (79-73).
Los últimos cinco minutos (84-85) fueron un calvario para los Warriors. El equipo se vino abajo en una guerra de guerrillas que estos Bulls manejan a las mil maravillas. Solo anotaron dos puntos en 300 segundos, con 1/11 en tiros de campo y cinco rebotes por los 9 de Chicago, que tampoco estuvo mejor: 10 tantos y 2/6. Pero lo dicho: este es su mundo y tiene un mejor balance contra conjuntos con más del 50% de victorias que contra los de menos. Y de esta forma son sextos en el Este y con ese parcial 2-10 sumaron su victoria número 31 de la temporada. Mientras, Golden State siente como los Spurs ya no tienen problemas en mirar su plaza con codicia. Son solo tres partidos y Durant faltará un mes. O hay recuperación o San Antonio recuperará su trono perdido.