NFC Oeste desde dentro

Así vencieron los Seahawks a los Dolphins en semana 1 de la NFL

Analizamos el drive ganador que condujo a los Seattle Seahawks a la victoria frente a los Miami Dolphins en la semana 1 de la NFL.

USA Today Sports

Pocos pensaban que Seattle tendría que trabajar de lo lindo para superar a los Dolphins en su propio estadio. Miami estrenaba nuevo proyecto con Adam Gase y en principio se suponía que no estaba capacitado para asaltar tan pronto una plaza tan dura. Sin embargo, dificultades en la línea ofensiva, un par de “drops” de Tyler Lockett que mataron sendos drives y una desafortunada lesión de Russell Wilson mantuvieron a los Seahawks fuera de la end zone hasta que tomaron el balón en posesión por última vez cuatro puntos (10-6) por detrás de los Dolphins.

Seattle necesitaba un gran drive de touchdown para salvar la victoria. 75 yardas por recorrer, dos tiempos muertos y 4:08 por jugar. Ése era el reto de Wilson y sus compañeros.

Muy pronto se encontraron los Seahawks en una encrucijada, 4º down y 1 yarda en su propia yarda 34. Un fallo en la siguiente jugada y la primera derrota habría sido casi insalvable. Seattle se alineó con personal 13 (1RB-3WR-1TE) con los tres wide receivers en “bunch” a la derecha. Christine Michael corrió 7 yardas por el hueco que le abrieron entre el tight end, tackle y guard izquierdo para generar el primer down. Parece una jugada sencilla pero tiene su historia. En dos situaciones anteriores en el partido Seattle había utilizado esa formación con Wilson lanzando rápidamente la “WR screen” en la bunch al tener superioridad de 3x2. Tras verse superados dos veces Miami colocó un jugador más para cubrir a los tres wide receivers. Wilson vio esa situación pre-snap y acertadamente decidió darle el balón a su corredor ante una caja más despoblada. Primer down para los Seahawks y el drive continúa.

Tres acciones después de nuevo encaran los de Pete Carroll un 4º down, esta vez de 4 yardas por superar. Repetimos personal 13, de nuevo con los tres receptores abiertos al lado derecho, aunque en esta ocasión alineados de forma más tradicional. Basándose en la formación de la defensa con todos los cornerbacks en el lado izquierdo y ninguno en el derecho la lectura de Wilson pre-snap es de defensa al hombre. El receptor favorito de Russell, Doug Baldwin, tiene enfrente a Byron Maxwell, cornerback poco habituado al slot y con mucha menor velocidad y aceleración tras los cortes que Baldwin. Wilson ha encontrado un emparejamiento favorable (“mismatch”) y lo explota para una ganancia de 22 yardas. Fijaos como Mark Glowinski aguanta lo justo al defensive tackle Jordan Phillips para que Wilson pueda lanzar. Una décima antes y la jugada habría sido reventada 

Con el reloj corriendo dentro del último minuto y el balón en la yarda 2 de Miami a mucha gente se le vino a la cabeza la jugada decisiva de la Super Bowl XLIX entre Seattle y New England que resultó en una intercepción ganadora para los Patriots.

Esta vez los Seahawks obtuvieron mucho mejor resultado. Volvieron a lanzar sí, pero a su mejor hombre (Baldwin de nuevo, clave en la victoria) y en una ruta con menor riesgo de intercepción. El pase es perfecto, la recepción es perfecta y así Seattle escapa victorioso del choque inaugural de la temporada 

Pese al triunfo el poso de preocupación que dejó el rendimiento de la línea ofensiva fue claro. J´Marcus Webb sufrió de lo lindo con Ndamukong Suh, algo que era de esperar. Esto se juntó con el bajo rendimiento de los dos tackles, en especial del izquierdo Bradley Sowell. Wilson estuvo constantemente bajo asedio pese a utilizar “drops” de 1-3 pases en un buen número de sus lanzamientos. La incapacidad de la OL para bloquear se evidenció en varias jugadas clave, por ejemplo a 5:56 del primer cuarto cuando Wilson no tuvo el tiempo suficiente para lanzar a Baldwin, desmarcado en la end zone.

El próximo rival, Los Angeles, cuenta como Miami con una línea de defensa muy poderosa. Mucho trabajo pues para Tom Cable (entrenador de línea de ataque) y sus muchachos, sobre todo porque la movilidad del quarterback estará en principio limitada por su lesión.