
En su libro ‘It’s Good to Be Gronk’, el tight end declaró que no había gastado ningún dólar de su salario como jugador y que vivía de sus patrocinios.
Gustavo García
En su libro ‘It’s Good to Be Gronk’, el tight end declaró que no había gastado ningún dólar de su salario como jugador y que vivía de sus patrocinios.
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