Los quarterbacks mejor pagados de la postemporada 2024 de la NFL, se llenan de fracasos
En la actual postemporada de la National Football League, quedó demostrado que el dinero no compra las victorias
El dinero no lanza pases, no lee coberturas, no esquiva defensivos. Y sin embargo, en la National Football League, se sigue apostando a que lo haga. Los playoffs de 2024 fueron un recordatorio brutal: Jordan Love (Green Bay Packers), Jared Goff (Detroit Lions) y Justin Herbert (Los Angeles Chargers), con contratos que suman 160.5 millones de dólares anuales, no pudieron comprar una sola victoria. Se marcharon con un 0-3 y 10 intercepciones entre los tres. Un espectáculo costoso y sin buen sabor de boca para sus organizaciones.
Millones que se esfuman
Jordan Love, quien cobra 55 millones de dólares al año, llegó a los playoffs como la gran esperanza de los Green Bay Packers. Pero la magia se desvaneció en Philadelphia. Tres intercepciones después, los Eagles vencieron a los Packers, dejando en claro que la grandeza no se compra en un contrato.
Jared Goff, con 53 millones anuales en su cuenta bancaria, se enfrentó a los Washington Commanders con la confianza de un hombre bien pagado. Sin embargo, el campo no entiende de cifras, y Goff entregó el balón cuatro veces a la defensa rival. Detroit se pregunta si la inversión valió la pena.
Por último, Justin Herbert y sus 52.5 millones anuales fueron insuficientes para provocar que Chargers venciera a Texans en el Wild Card. Cuatro intercepciones y una ofensiva sin chispa sellaron una salida humillante para los Chargers.
El otro lado de la moneda
Mientras estos millonarios fracasaban, cuatro quarterbacks con contratos menores avanzaban con paso firme. Patrick Mahomes (Kansas City Chiefs), Josh Allen (Buffalo Bills), Jayden Daniels (Commanders) y Jalen Hurts (Eagles) siguen con vida, demostrando que el éxito depende más del carácter que del salario.
Mahomes, quien gana 45 millones anuales, sigue mostrando por qué cada dólar invertido en él es una ganga. Allen, con 43 millones, mantiene a los Bills como contendientes legítimos.
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El pasador que queda con vida con el mejor salario es Jalen Hurts, quien obtiene un promedio de 51 mdd por campaña.
Jayden Daniels con su contrato de novato obtiene casi 10 mdd por año.
El fracaso de Love, Goff y Herbert es una advertencia para las franquicias de la NFL: no basta con firmar cheques astronómicos, se necesita liderazgo y ejecución bajo presión. Mientras los equipos siguen apostando por quarterbacks de cifras exorbitantes, queda claro que el verdadero valor no está en el monto de la cuenta bancaria, sino en la habilidad para ganar cuando realmente importa.
La NFL de 2024 nos ha enseñado una lección brutal: los millones de dólares no lanzan pases precisos ni evitan intercepciones. Quizá sea momento de que las franquicias dejen de comprar sueños y comiencen a construir realidades.
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