Los últimos juegos de los Athletics en el Coliseum: despedida y nostalgia de Oakland
Los Athletics se despiden del Coliseum con una serie final de juegos. Los boletos se agotaron rápidamente, alcanzando hasta 2,000 dólares en el mercado secundario
En un rincón de Oakland, donde el cielo y el cemento se encuentran en un abrazo, se alza el Coliseum, un estadio que ha visto sueños nacer y ahora morir. En su ocaso, se prepara para su último funeral, despidiendo a los Athletics antes de que el equipo por muchos años conocido como de Oakland partan hacia Las Vegas, con una breve estancia en Sacramento.
Desde 1968, los Athletics han tejido su historia en este lugar. Las glorias pasadas resuenan en los susurros del viento, y las sombras de Reggie Jackson, Rickey Henderson y Dennis Eckersley aún se sienten que corren por los jardines y bases. El Coliseum, con su concreto desgastado y sus asientos descoloridos, ha sido testigo de nueve títulos de división, seis campeonatos de la Liga Americana y cuatro victorias en la Serie Mundial. Sin embargo, el tiempo y el abandono han dejado su marca, preparando el terreno para el inevitable adiós.
El último juego: un ritual costoso
A partir de este viernes 20 de septiembre, comenzará la última serie de juegos en el Coliseum, enfrentando a los New York Yankees, y concluirá el jueves 26 de septiembre contra los Rangers de Texas. Los boletos para el último juego se agotaron con rapidez, dejando a muchos aficionados fuera, mirando desde las afueras del estadio, como almas perdidas en busca de consuelo. Los precios en el mercado secundario han alcanzado hasta los 2,000 dólares, reflejando el deseo ferviente de estar presentes en este funeral colectivo para ver cómo cae el último out.
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Celebraciones y lamentos
Los Athletics han planeado una serie de rituales para honrar sus 57 años en Oakland. Boletos simbólicos de 2 dólares el martes 24 de septiembre en el primer encuentro contra los Rangers y de 10 dólares el miércoles 25 de septiembre, con las ganancias beneficiando al Boys and Girls Club de Oakland. El equipo igualará cada boleto comprado con una donación adicional de 10 dólares por boleto. Los fans podrán entrar temprano para observar la práctica de bateo, como si intentaran absorber cada último instante en este lugar lleno de memorias.
Mount Davis, la sección elevada del estadio que ha estado cerrada desde antes de la pandemia, permanecerá clausurada, a pesar de los ruegos de los aficionados. Este espacio, que podría albergar a más de 8,000 personas, simboliza la imposibilidad de revivir lo que ya se ha perdido. Decenas de personas han firmado cartas dirigidas al dueño para que abra esa sección del inmueble, pero hasta ahora no han recibido respuesta.
La partida de los Athletics deja un vacío en el alma de Oakland. Los aficionados describen este adiós como un funeral, un evento que marca la desaparición de algo profundamente amado. La mudanza de los Athletics no es la primera herida para la ciudad; los Raiders de la NFL y los Golden State Warriors de la NBA también se han marchado recientemente, llevando consigo fragmentos del corazón deportivo de Oakland.
El futuro: una nueva vida en Las Vegas
Tras el último juego, los Athletics se mudarán temporalmente a Sacramento antes de asentarse definitivamente en Las Vegas a partir de 2028. Este movimiento es recibido con una mezcla de esperanza y tristeza. Las Vegas ofrece un nuevo comienzo, pero también una despedida final a una rica tradición en Oakland.
En este funeral deportivo, el Coliseum se convierte en un templo de recuerdos y emociones. Las voces de los aficionados, sus risas y lágrimas, se mezclan en el aire, formando una elegía para un estadio que ha sido testigo de grandes glorias y dolorosas derrotas. Mientras los Athletics se preparan para un nuevo capítulo, Oakland se queda con el eco de los años pasados, enfrentando la realidad de un futuro sin su equipo amado.
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