El dopaje en las Grandes Ligas del beisbol está casi está desterrado en 2024
Durante mucho tiempo el beisbol fue considerado como uno de los deportes en donde más sustancias prohibidas se consumían
Por décadas, el beisbol de las Major League Baseball fue sinónimo de controversia y escándalo debido al dopaje. Íconos del juego como Barry Bonds, Alex Rodríguez y Roger Clemens vieron sus reputaciones manchadas por el uso de sustancias prohibidas. Sin embargo, hoy en día, el panorama ha cambiado drásticamente. Según un reciente informe publicado por la MLB y la Asociación de Jugadores, el dopaje parece haber sido casi completamente erradicado del deporte.
En el año que culminó con la Serie Mundial, sólo dos pruebas positivas de drogas para mejorar el rendimiento resultaron en medidas disciplinarias.
Números de pruebas
En total, se realizaron 11,609 exámenes, que incluyeron 9,455 muestras de orina y 2,154 de sangre para detectar la hormona del crecimiento humano. Esta cifra es ligeramente inferior al récord del año anterior de 11,783 muestras, pero aún representa el tercer total más alto en la historia de la MLB.
El administrador independiente del programa, Thomas M. Martin, destacó que el nivel de pruebas y la rigurosidad del proceso han sido cruciales para mantener la integridad del deporte. Las pruebas fuera de temporada también aumentaron, con 1,706 análisis de orina y 407 de sangre realizados entre 2023 y 2024.
De los jugadores en las listas de 40 hombres, sólo Noelvi Marte, jugador de cuadro de los Cincinnati Reds, y Orelvis Martínez, jugador de cuadro de los Toronto Blue Jays, dieron positivo. Marte fue suspendido por los primeros 80 juegos de 2024 después de una prueba positiva por boldenona, mientras que Martínez recibió una suspensión de 80 juegos tras dar positivo por clomifeno, dos días después de su debut en las Grandes Ligas.
En contraste con la era oscura del dopaje, cuando nombres legendarios como los de Bonds y Rodríguez se vinculaban constantemente con el uso de esteroides, hoy el beisbol se encuentra en una nueva etapa de transparencia y pureza. Los escándalos del pasado sirvieron como un recordatorio doloroso de los costos del dopaje, tanto en términos de salud como de reputación.
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La MLB ha implementado uno de los programas de pruebas de drogas más estrictos en el deporte profesional. La disciplina y la vigilancia constantes han dado sus frutos, reduciendo las violaciones y elevando la confianza en la limpieza del juego. Los jugadores ahora comprenden que el riesgo de ser atrapado supera con creces cualquier posible beneficio de rendimiento a corto plazo.
A pesar de los avances, el pasado sigue siendo una sombra. El legado de jugadores como Bonds, cuyo récord de jonrones aún suscita debates, y Clemens, cuya carrera de lanzador fue marcada por acusaciones de dopaje, es un recordatorio de la importancia de mantener la vigilancia.
La limpieza del deporte no solo beneficia a los jugadores actuales y futuros, sino que también restaura la fe de los aficionados. Los fanáticos pueden volver a emocionarse con cada jonrón y cada lanzamiento, sabiendo que están presenciando habilidades puras y no potenciadas artificialmente.
El beisbol de las Grandes Ligas ha recorrido un largo camino desde los días oscuros del dopaje. Con pruebas rigurosas y un compromiso inquebrantable con la integridad, el deporte ha emergido más fuerte y más limpio. Los errores del pasado han servido como lecciones valiosas, y el futuro del juego brilla.
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