Así fue el color del RB Leipzig vs Bayern: Fiesta en Alemania por la Supercopa

La fiesta fue completa en Alemania. Desde antes de que iniciara el encuentro, los aficionados del RB Leipzig y Bayern disfrutaban con canciones de Bruce Springsteen y Twisted Sisters. El ruído era sinónimo de una fiesta. Regresó el fútbol en Alemania.

El momento de las alineaciones se podía notar la gran mayoría del público local. A pesar de que se escuchaba como los seguidores del Bayern gritaban el apellido de sus jugadores, al momento de mencionar a Julian Nagelsmann se pudo ecuchar un sonoro abucheo.

El partido

A los 14 minutos llegó el primer golpe para el RB Leipzig. Cuando se escuchaban más fuerte los cánticos de los de Tedesco, apareció Jamal Musiala para con un derechazo mandar a guardar al fondo del arco.

Fue un silencio que duró aproximadamente de un minuto y acompañado por abucheos. A pesar de ser minoría, los aficionados del Bayern se animaron a responder y a hacer ruído. Ya con el marcador a favor, llegó la valentía. Cuando el ambientador del estadio dijo Jamal, los del Bayern respondieron con ganas “Musiala”.

Sin embargo, los locales no pararon de cantar, aunque tres minutos después llegaría una nueva desilusión. Cuando parecía que Christopher Nkunku marcaba el gol de la igualada, el árbitro anuló el tanto por una polémica posición antirreglamentaria.

Las malas noticias seguían llegando para el Leipzig. Sadio Mané empujó el balón a las redes para hacer el segundo tanto del compromiso y dejar un poco noqueada a una afición que no paró de cantar en todo el primer tiempo a pesar del marcador adverso.

Poco antes de que terminara el primer tiempo, los dirigidos por Nagelsmann dieron un tercer golpe que esta vez si dejó más noqueada a la afición del Leipzig que no podía creer lo que veía en el campo.

Para el segundo tiempo, Bayern quitó el pie del acelerador, mientras que el Leipzig dio ingreso a André Silva y Dani Olmo. El portugués dio el primer aviso con un remate de cabeza a los 55 minutos para retumbar el poste.

A los 59 minutos, Halstenberg hizo que todo el Red Bull Arena explotara y comenzara a soñar con el milagro. Un remate de cabeza del defensor colocaba a los locales en el marcador. Volvieron a aparecer los cánticos y empezaba a retumbar la ilusión, misma que tiró minutos más tarde Serge Gnabry con el cuarto de la noche, que hizo que los visitantes parecieran mayoría.

Pero bien dicen que los alemanes no se dan por vencidos. Había en el campo 22 soldados teutones; eso hizo que el encuentro siguiera entretenido y que los aficionados del Leipzig revivieran. Un penalti que intercambió en gol Christopher Nkunku puso un cierre vibrante de partido.

El español Dani Olmo marcaría el tercero de un Leipzig que se lanzó volcado al ataque para buscar el gol de la igualada, misma que se quedó a centímetros en el agregado cuando nadie cerró la pinza del español. Sané sepultó las esperanzas con la manita del Bayern.

Cerveza, fútbol y cantos que sonaron prácticamente los 90 minutos, solo puede significar una cosa. Arrancó la temporada alemana con la Supercopa, y al menos muchas emociones, pero con un Bayern que quiere arrasar y conquistó ya su primer título de la temporada.