Felipe Haase sueña con llegar a la NBA: “Sería hermoso ser el primer chileno”
El ala-pívot chileno migró a Estados Unidos hace nueve años y está cada vez más cerca de llegar a la NBA tras jugar en Europa.
Felipe Haase se convirtió en el primer chileno en jugar en la G League, pero su sueño es jugar en la NBA. El ala-pívot es parte de los Capitanes de la Ciudad de México, quienes tendrán su primer partido en la Arena Ciudad de México este domingo cuando enfrenten a los Rio Grande Valley Vipers. Con ello en consideración, el baloncestista nacido en Osorno, Chile, declaró en entrevista con Diario AS que espera cumplir el objetivo de jugar en la mejor liga del mundo.
“Ojalá esté cerca (de jugar en la NBA). El que juega básquet, el sueño de niño, siempre es la NBA. Eso es lo que yo quiero y cualquier otro de este equipo quiere. Sería hermoso ser el primer chileno en la NBA. Fue hermoso ser el primero aquí (en la G League), así que a seguir cumpliendo metas”.
El gigante de 2.06 metros jugó como el ‘5 titular en los primeros dos partidos de la temporada, pero una lesión le impidió jugar en el tercer encuentro. Desde entonces, Haase Thiers ha saltado a la duela como suplente con buenos números. Promedia 7.2 puntos con 6.6 rebotes y 2.6 asistencias tras disputar una media de 28.2 minutos. El osornino está agradecido con Ramón Díaz, el entrenador de Capitanes, porque le ha dado minutos suficientes para demostrar su talento en situaciones favorables.
“Depende del juego. Tuve una lesión que me sacó del cuadro titular, pero Ramón me sigue dando muchos minutos y mucha confianza”, explicó Haase. “Un rol diferenciado que depende del otro equipo. Los hombres grandes del equipo tenemos estilos de juegos distintos que quizá a mí me convenga más venir de la banca para jugar contra el centro suplente del otro equipo. Es como jugar ajedrez”.
Haase puede estirar la cancha gracias a su precisión con los tiros de larga distancia. Hasta ahora ha acertado cinco de los 16 triples que ha intentado, suficiente para 31.3 por ciento, por lo que destaca como un stretch big. Su mecánica de lanzamiento es fluida y por ello ha acertado todos sus tiros libres.
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“Juan Toscano logró lo que todos queremos”
La plantilla de Capitanes está armada de tal manera que cuenta con jóvenes promesas como Dink Pate y veteranos curtidos en la NBA como Trey Burke, Davon Reed y Juan Toscano-Anderson. De este último, Haase solo tiene elogios y asegura que la historia del campeón con los Golden State Warriors en 2022 es una que todo jugador quiere emular.
“Juan Toscano es un ejemplo de que las cosas se pueden. Su historia es remarcable. Un chico de mucho esfuerzo, que nunca se rindió y que logró lo que todos queremos que es llegar a la NBA. Después ganar un anillo, que eso es la guinda del pastel”.
Burke y Reed son dos de los jugadores más veteranos del equipo y el chileno admira cualidades de cada uno de ellos. El primero de ellos es el ballhandler primario en el sistema de Capitanes y manipula el juego a placer porque sabe lo que quiere de cada uno de sus compañeros. En el caso del segundo, Haase está deslumbrado por el profesionalismo dentro y fuera de la cancha.
“De Trey Burke, admiro mucho como manipula el juego. Una experiencia tremenda. Sabe lo que quiere de cada posición y no se conforma si no obtiene lo que él quiere”, explicó el ala-pívot. “Reed es un profesional máximo, dentro y fuera de la cancha. Con su alimentación, con sus horas de entrenamiento, con su rutina pre-partido, durante el partido y después de”.
Uno de los compañeros de Haase que acaba de dar el salto a la NBA es el dominicano David Jones. El egresado de la Universidad de Memphis firmó un contrato two-way con la franquicia de Utah y podrá jugar tanto con los Jazz como con los Salt Lake City Stars, de la liga de desarrollo. Haase sabe que su baja será importante para Capitanes, pero considera que hay jugadores capaces de hacer todo para que el equipo gane.
“Un jugador como David, no sé si tengamos en el equipo, pero llegan chicos que hacen cosas distintas. Luis Rodríguez en los primeros dos juegos. Es la mentalidad que todos tenemos de que se va uno y le toca al siguiente dar un paso adelante. Quizá no podamos hacer lo mismo que David, pero hay muchos jugadores que están dispuestos a ayudar al equipo de cualquier manera”.
El aprendizaje de Felipe Haase antes de la NBA G League
Haase dejó Chile en 2015 para perseguir el sueño de la NBA. El primer paso fue jugar a nivel high school tanto en Miami, Florida, como en Los Ángeles, California. La etapa universitaria fue dividida con tres escuelas: los South Carolina Gamecocks, los Mercer Bears y los Southern Mississippi Golden Eagles. De cada una de esas instituciones aprendió algo.
“En South Carolina, siendo la primera y con un entrenador muy estricto, aprendí que el día a día es lo más importante”, reveló Haase. “No importa si ganas o pierdes, tienes que volver a la cancha. Si ganaste, tienes que seguir trabajando porque el siguiente te quiere vencer. Si perdiste, tienes que volver a entrenar porque quieres ganar de nuevo”.
La pandemia por COVID-19 afectó al baloncesto universitario estadounidense y por ello el ala-pívot solicitó una transferencia de South Carolina en 2020 y llegó a Mercer para jugar dos temporadas en las que creció más como basquetbolista. El último año de elegibilidad colegial, el curso 2022-23, lo disputó con los Golden Eagles.
“En Mercer ya fue más básquet. Crecí más como basquetbolista. Tuve un rol diferente. Aprendí a jugar, a ser más agresivo”, reveló el chileno. “En Southern Mississippi, aprendí que lo mejor es disfrutarlo. Fue el año que más he disfrutado en mi carrera. Tanto por las personas que tuve como el éxito en la cancha. Aprendí que esto hay que disfrutarlo y cuando lo haces se juega mejor, se duerme mejor”.
Tras egresar de la universidad, y romper el récord de puntos de su compatriota Nicolás Carvacho en la NCAA, el chileno se apuntó al Draft de la NBA de 2023, pero no fue reclutado. Pese a ello, su sueño de jugar baloncesto profesionalmente se mantuvo vivo al mudarse a Europa para jugar en Kazajistán con el BC Astana y formar parte del Maroussi B.C en Grecia.
“Con el Astana fue mucha resiliencia, estuve solo, crecí más como persona que como jugador de básquet. Entendí que al llegar a un equipo nuevo tenía que atacar las cosas de diferente modo, pero aprendí mucho a conocerme como persona estando lejos, solo”.
El chileno jugó 21 partidos con los Tigres de Astana de la VTB United. Durante su etapa con el equipo kazajo logró promediar 5.1 puntos con 3.0 rebotes en 19.4 minutos de acción. Tristemente, durante su etapa en Grecia no pudo debutar con el Maroussi, pero entrenó con leyendas del baloncesto europeo como el serbio Miroslav Raduljica y el griego Charis Giannopoulos, de los cuales aprendió demasiado.
“En Grecia, lamentablemente no pude disfrutar el juego en la cancha, pero compartí con muchas leyendas del baloncesto europeo. Así que aprendí muchos de ellos, de cómo se manejan día a día y como juegan; mientras más simplemente mejor”.
México lo hace sentir en casa
Haase vive en la Ciudad de México cuando Capitanes no está de gira como equipo visitante en la G League. Con etapas fuera de Chile en Estados Unidos, Grecia y Kazajistán, México es el país donde más se ha sentido en casa gracias al calor de la gente.
“Lo que más me gusta (de México) es sentirme en casa. La gente te saluda de beso, puedes salir y hay una vibra diferente. Estuve en Kazajistán el año pasado, es completamente distinto. Las personalidades allá son frías. Yo necesito ese picante, ese calor. Saludar a la gente, preguntarles como está su día. Me siento bastante en casa, muy feliz de estar acá”.
¿Qué necesita Chile para producir más basquetbolistas de alto nivel?
Haase se perdió la ventana de noviembre del torneo clasificatorio para la Americup de 2025 en la que Chile enfrentó a Colombia y a Venezuela. Pese a ello, el osornino ha estado dispuesto a vestir la roja cada que se le llama, como lo ha hecho desde el Americup U-16 de 2013 y todas las competencias importantes a nivel internacional con la Selección Mayor desde 2017. El jugador de Capitanes sabe que lo que su país necesita es formar a los jugadores desde una edad más temprana.
“Mientras más chicos puedan tener, más competitividad habrá en las ligas locales, más posibilidades de que algún chico salga. Hay que formar chicos que tengan un nivel distinto”, aseguró Haase. “Los latinoamericanos no somos conocidos por nuestra capacidad atlética como los estadounidenses. Hay que enseñarles los fundamentos y otras cosas que les puedan servir para un nuevo estilo de juego. Lo más importante son las ligas formativas”.
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