Cuando se escuchan los términos como “tracción en las cuatro ruedas” o “tracción sencilla” es normal que a veces sea un poco complicado, pero en realidad no lo son tanto. Estos términos se refieren, básicamente, a cómo el auto distribuye la potencia que genera su motor si a un solo eje o a ambos.
Dependiendo del tipo de tracción que tenga el auto, esa potencia puede ir solo a dos ruedas o a las cuatro. Pero, ¿qué implica todo esto en vehículo?
Primero, hay que hablar de la tracción sencilla. Este tipo de tracción significa que el auto envía toda la potencia del motor sólo a dos de las ruedas, que pueden ser las delanteras o traseras.
Este tipo de tracción es la más común, esto se debe a que es más barata de fabricar y, en general, es suficiente para manejar en carreteras pavimentadas y condiciones normales.
Por otro lado, los autos con tracción trasera son típicos en vehículos más deportivos o en algunos modelos de trabajo. La idea aquí es que al enviar la potencia a las ruedas traseras, se mejora el balance del auto y se consigue una conducción más precisa debido a que la fuerza está repartida: en las ruedas delanteras esté la dirección y en las traseras la potencia.
¿Qué es la tracción en las cuatro ruedas?
Ahora bien, cuando se habla de un vehículo con tracción en las cuatro ruedas (4WD o AWD), quiere decir que la potencia del motor se distribuye a las cuatro ruedas. Esto significa que, en lugar de empujar o jalar el auto con solo dos ruedas, se hace con todas.
Esta característica puede ser permanente, es decir, que el auto siempre utiliza las cuatro ruedas para moverse, o puede ser opcional, lo que significa que el conductor puede elegir cuándo activar esta tracción.
Ahora bien, es importante mencionar que existen dos tipos principales de tracción en las cuatro ruedas: el AWD (All-Wheel Drive) y el 4WD (Four-Wheel Drive). Aunque a veces se usan indistintamente, no son exactamente lo mismo.
Concretamente, la AWD está diseñada para ofrecer un buen agarre en todas las condiciones. En cambio, el 4WD se encuentra en vehículos más robustos, como las camionetas todoterreno, y está pensado para situaciones extremas como barro, nieve profunda o arena.
Ventajas de la tracción en las cuatro ruedas
Mayor tracción y estabilidad
Proporciona más agarre en superficies resbaladizas, como cuando llueve, hay nieve o el camino es de tierra o grava. Al tener las cuatro ruedas trabajando, es mucho más fácil mantener el control del auto, lo que reduce las posibilidades de patinar o perder el control en curvas o pendientes.
Mejor rendimiento en terrenos difíciles
Si se disfruta de actividades como el off-road o si se vive en una zona donde las condiciones climáticas son extremas, como en montañas con nieve o caminos rurales llenos de lodo, este tipo de tracción es una bendición.
Seguridad en malas condiciones climáticas
En situaciones de lluvia intensa o carreteras heladas, la tracción en las cuatro ruedas puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente. Muchos conductores valoran esta característica porque les da un extra de seguridad, sabiendo que su auto responderá mejor cuando el clima se pone complicado.
Desventajas de la tracción en las cuatro ruedas
Mayor consumo de combustible
Uno de los grandes inconvenientes de la tracción en las cuatro ruedas es que, al estar constantemente usando más componentes mecánicos para distribuir la potencia a las ruedas, el motor tiene que trabajar más. Esto aumenta el consumo de combustible, algo que puede ser un factor determinante si el ahorro de gasolina es una prioridad para ti.
Peso adicional
Todos los sistemas de tracción en las cuatro ruedas suelen añadir más peso al vehículo. Esto no solo influye en el consumo de combustible, sino que también puede afectar el manejo del auto en situaciones donde no se necesita tracción extra, como en una carretera plana y pavimentada. En esos casos, se podría sentir que el auto no es tan ágil como un modelo con tracción sencilla.
Costos más elevados
Tener un auto con tracción en las cuatro ruedas suele implicar un costo inicial más alto y también podría reflejarse en el costo del mantenimiento. Los sistemas AWD y 4WD son más complejos, lo que significa que cualquier reparación o mantenimiento será un poco más costoso en comparación con un auto de tracción sencilla.
¿Entonces, cuál conviene más?
Realmente, la elección entre un auto con tracción sencilla o en las cuatro ruedas depende mucho de cómo y dónde conduces. Si se suele manejar en la ciudad o en carreteras bien pavimentadas, probablemente no se necesita tracción en las cuatro ruedas, y un auto con tracción delantera será más que suficiente. Son más económicos de mantener y consumen menos gasolina.
Sin embargo, si se vive en una zona con clima difícil, si gusta la aventura o si se trabaja en áreas rurales o montañosas, un vehículo con tracción en las cuatro ruedas puede ser la opción más segura y confiable.