En Estados Unidos, cuando se trata de seguros de auto, uno de los aspectos más confusos para muchos conductores es saber si su póliza cubre daños causados por inundaciones. Y no es de extrañar, porque el clima puede ser tan impredecible como las mismas pólizas de seguro.
Primero, hay que tener claro que, aunque uno esperaría que un seguro de auto cubriera cualquier daño al auto, la realidad es que no todas las pólizas lo hacen. Si se tiene una póliza de seguro básica, de esas que solo cubren responsabilidad civil o daños a terceros, lamentablemente, no se tendrá cobertura por daños ocasionados por una inundación.
Esto se debe a que ese tipo de póliza solo cubre los daños que le puedas causar a otras personas o propiedades, pero no los que sufra el propio vehículo.
Por otro lado, si se cuenta con una póliza más completa, conocida como comprehensive insurance -seguro contra todo riesgo-, entonces sí estará cubierto en caso de inundación. ¿Qué significa esto? Que si, por ejemplo, el auto se ve afectado por una tormenta, un huracán, o simplemente se inunda debido a una crecida inesperada del río, el seguro se hará cargo de los daños. Pero, claro, siempre hay detalles que tener en cuenta.
¿Qué cubre el seguro contra todo riesgo?
De inicio, el seguro contra todo riesgo no solo cubre inundaciones. También incluye otros desastres naturales como tornados, incendios forestales, caídas de árboles, e incluso daños causados por animales.
Entonces, si un día se encuentra con un mapache en el motor del auto (cosa que ha pasado más de una vez en zonas rurales de Estados Unidos), o si un granizo gigante deja el vehículo lleno de abolladuras, esta cobertura salvará de un gran dolor de cabeza.
Pero volvamos a las inundaciones. Supongamos que el coche se inundó hasta el motor y está completamente inservible. En este caso, el comprehensive insurance puede cubrir el costo de reparación del vehículo o incluso reemplazarlo si el daño es tan severo que se considera una pérdida total.
Ahora bien, lo importante aquí es que la mayoría de las pólizas tendrán un deducible, lo que significa que se tendrá que pagar una parte de los gastos antes de que el seguro entre en acción. Así que no todo será gratis, pero, sin duda, evitarás un golpe económico mucho mayor.
¿Qué pasa si no se tiene un seguro contra todo riesgo?
Si solo se tiene la cobertura mínima, no se estará cubierto por daños causados por una inundación. Y aquí es donde muchas personas pueden sentirse frustradas. En caso de tener un auto nuevo y, de repente, cae una tormenta haciendo que el auto quede atrapado en medio del agua y, cuando baja el nivel del agua el motor no arranca. Si no se tiene el seguro adecuado, se tendrá que pagar por cuenta propia todas las reparaciones o, en el peor de los casos, comprarte un auto nuevo.
Este tipo de situaciones se ha vuelto cada vez más común, especialmente en zonas propensas a tormentas fuertes y huracanes, como los estados del sur y la costa este de Estados Unidos.
Por eso, muchos expertos en seguros recomiendan que, si se vive en una región donde las inundaciones son frecuentes, considerar seriamente adquirir un seguro contra todo riesgo. Aunque puede ser un poco más caro que una póliza básica, puede ahorrar miles de dólares a largo plazo.
¿Y qué pasa con FEMA?
Aquí es donde algunas personas se confunden un poco. Después de una inundación grande, es posible que escuches que el gobierno, a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), ofrece ayuda para los damnificados.
Sin embargo, es importante aclarar que la asistencia de FEMA no está diseñada para cubrir los daños al auto. Esta ayuda federal suele estar enfocada en pérdidas relacionadas con el hogar y propiedades personales, pero si el auto se ve afectado por una inundación, no hay pago por la reparación.
¿Cuándo es el momento adecuado para revisar tu póliza?
Sin duda, el mejor momento para revisar la póliza de seguro es antes de que ocurra una inundación, no después. Y esto es algo que muchos aprenden por las malas. Nadie quiere pasar por la experiencia de tener su auto flotando en medio de la calle para luego descubrir que no está cubierto. Así que, si se vive en una zona donde las lluvias fuertes o las inundaciones repentinas son comunes, revisar la póliza de inmediato.
Asegurarse de tener claro qué tipo de cobertura se tiene y si es suficiente para protegerte de todos los posibles daños. Si ya se tiene seguro contra todo riesgo, también es una buena idea confirmar los detalles, como el deducible que se tendrías que pagar en caso de una inundación.