Conducir sobre nieve o hielo puede ser peligroso, por lo que es importante tomar precauciones para aumentar la seguridad.
Este mayor nivel de seguridad al volante se debe básicamente a la falta de tracción de los neumáticos que puede provocar derrapes, colisiones y otros accidentes.
Por ello, es importante tomar precauciones antes de salir a la carretera y mucho más al momento de estar conduciendo en condiciones climáticas adversas como el hielo y la nieve.
Ante esta situación, siempre es importante tener en cuenta esta serie de consejos para conducir sobre nieve o hielo que se basan en la experiencia de quienes manejan en estos terrenos y en las recomendaciones de las autoridades de tráfico.
Los consejos básicos para conducir sobre nieve o hielo
Antes de tomar el volante
Antes de aventurarse en carreteras nevadas, es fundamental consultar el parte meteorológico. En la medida de los posible hay que evitar conducir, ya que es la mejor opción.
Sin embargo, si la salida es imprescindible, hay que asegurarse de llevar un rascador para limpiar completamente todas las superficies del parabrisas, cadenas en el maletero, y artículos esenciales como un cargador para el dispositivo móvil, agua, alimentos, ropa de abrigo y una manta.
Los neumáticos hacen gran diferencia
Si en la región donde se vive, la temporada invernal es larga y agresiva, lo ideal es montar neumáticos de invierno para garantizar un mayor agarre en temperaturas inferiores.
Además, llevar cadenas esenciales en el maletero proporciona una capa adicional de seguridad en condiciones extremas.
Recudir la velocidad y aumentar la distancia
Ya en el camino, lo mejor es reducir la velocidad significativamente es clave debido a la falta de adherencia de los neumáticos al firme. Incluso yendo despacio, la pérdida de control puede ocurrir en una curva helada.
Es vital mantener una conducción suave y progresiva, evitando maniobras bruscas con la dirección, frenos y acelerador.
En condiciones de hielo, el vehículo puede requerir hasta 10 veces más espacio para detenerse. Por ello, hay que aumentar la distancia de seguridad es esencial para prevenir colisiones y permitir una respuesta efectiva en situaciones de emergencia.
La visibilidad es clave
Durante las nevadas, se deben encender al menos las luces de posición y cruce, y utilizar las luces antiniebla delanteras si están disponibles.
También hay que evitar el uso de la luz antiniebla trasera, a menos que la visibilidad sea mínima debido a fuertes nevadas.
Si es necesario circular sobre nieve, la recomendación es seguir las huellas dejadas por otros vehículos si hay suficiente nieve en la calzada.
En caso de poca nieve, lo que se aconseja es que se circule por fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado.
En hielo hay que ser más precavidos
Conducir sobre hielo es extremadamente desafiante, por lo que se debe ser todavía más suave con el volante y los pedales.
Son vitales las aceleraciones suaves y evitar tocar el freno, y siempre hay que estar atentos con la dirección para minimizar el riesgo de pérdida de control.
