Aunque la cadena del tiempo, también conocida como cadena de distribución, es una de esas piezas que rara vez se escucha mencionar, tiene un papel crucial en el motor de un auto.
Para muchas personas que no están familiarizadas con los detalles técnicos de un auto, la cadena del tiempo puede sonar como algo complicado o poco importante. Sin embargo, es una de esas partes que, si falla, puede hacer que el motor deje de funcionar.
Más a detalle, la cadena del tiempo es una pieza metálica similar a la cadena de una bicicleta, pero mucho más robusta y resistente. Su función principal es sincronizar el movimiento entre el cigüeñal y el árbol de levas.
Dicho de una manera más sencilla, se encarga de que las válvulas del motor se abran y cierren en el momento preciso mientras los pistones suben y bajan. Esta coordinación es vital para que el motor funcione de manera correcta y eficiente.
¿Qué sucede cuando falla la cadena del tiempo?
Ahora, hablemos de lo que puede ocurrir cuando la cadena del tiempo falla. Si bien esta cadena está diseñada para durar mucho tiempo, no es invencible. Con el paso de los años o por falta de mantenimiento, puede desgastarse o aflojarse, y ahí es donde empiezan los problemas.
Si la cadena se desgasta, puede comenzar a emitir un ruido metálico o de golpeteo, algo que algunos conductores describen como un “traqueteo”. Si bien es un síntoma que puede pasarse por alto, es una señal de advertencia de que algo no está bien. Este ruido suele ser más evidente cuando arrancas el auto o cuando está en ralentí (es decir, cuando el motor está encendido pero no se está acelerando).
En casos más graves, la cadena del tiempo puede saltar de su lugar o incluso romperse. Cuando esto sucede, las válvulas y los pistones pierden su sincronización, lo que puede causar daños serios al motor.
Aquí es donde la situación se pone fea. Si las válvulas y los pistones chocan, se podría terminar con un motor completamente inservible. Y reparar o reemplazar un motor no es precisamente barato.
¿Qué síntomas indican una falla en la cadena del tiempo?
Es importante saber identificar las señales que indican que la cadena del tiempo está fallando antes de que sea demasiado tarde:
Ruido metálico o traqueteo: Como se mencionó antes, si se escucha un ruido extraño proveniente del motor, especialmente al arrancar el auto, es momento de prestar atención.
Problemas para arrancar el motor: Si la cadena del tiempo está desgastada o fuera de lugar, es posible que el motor tenga dificultades para encender o que simplemente no arranque.
Rendimiento pobre del motor: Si se nota que el auto ha perdido potencia, responde lento al acelerar o tiembla al estar en marcha, puede ser señal de que la cadena no está funcionando correctamente.
Luz de advertencia del motor: En algunos casos, el sistema del auto puede detectar un problema y encender la luz de advertencia en el tablero. Si esto ocurre, lo mejor es llevar el auto a revisión lo antes posible.
¿Qué hacer si la cadena del tiempo falla?
Cambiar la cadena del tiempo no es un trabajo sencillo y requiere de manos expertas. De hecho, muchas veces los fabricantes recomiendan cambiarla después de ciertos kilómetros recorridos o años de uso, como parte del mantenimiento preventivo del vehículo.
Es importante mencionar que no todos los autos tienen una cadena del tiempo. Algunos usan una banda o correa de distribución, que tiene una función similar, pero está hecha de materiales diferentes, como goma reforzada.
Por su fabricación, la correa de distribución suele requerir un cambio más frecuente que la cadena, ya que es menos duradera. Así que es buena idea consultar el manual del auto para saber qué tipo de sistema utiliza y cuándo debes darle mantenimiento.
¿Cómo prevenir problemas con la cadena del tiempo?
Cambiar el aceite con regularidad, ya que el aceite limpio y en buen estado ayuda a lubricar la cadena, reduciendo su desgaste. No hay que escatimar en el aceite de motor ni en los filtros, ya que estos elementos son clave para mantener el motor en buen estado.
También es importante escuchar al auto coche. Si se empiezan a notar ruidos extraños o algún comportamiento anormal, no hay que ignorarlos. Lo que podría parecer un problema menor al principio puede convertirse en una avería mucho más costosa si no se atiende a tiempo.
