Tips

Abrir el capó y ver un desastre de grasa y polvo es doloroso, pero usar el producto incorrecto puede salir más caro que la suciedad misma.

Manejar hacia tierras mexicanas ofrece una libertad incomparable, pero el laberinto burocrático de la importación temporal puede convertir el sueño en una pesadilla.

Más allá de un simple trámite, poner un auto legal en las calles de New Jersey es un rito de paso que pone a prueba la paciencia de cualquier conductor.

Detrás de una simple venta o retiro existe una burocracia compleja que, si se ignora, puede perseguir al propietario original con multas y dolores de cabeza legales.

Descubrir si el cuentakilómetros ha sido manipulado es el gran temor al comprar un auto usado. Existe una delgada línea entre los reportes costosos y las herramientas gratuitas que revelan la verdadera historia del vehículo.

Muchos conductores ignoran esas tres letras en el medidor de aire hasta que se enciende una luz en el tablero, pero comprender la presión adecuada es el secreto mejor guardado para ahorrar gasolina y evitar accidentes.

Analizamos qué producto elegir realmente, más allá del marketing, para garantizar que la visión no se congele a mitad de camino.

Entre el Smog Check, las filas interminables y los documentos olvidados, desglosamos en listas prácticas el verdadero costo de legalizar el vehículo y por qué acudir a un tercero podría ser la salvación que la paciencia necesita.

Esa luz de advertencia en el tablero no siempre significa una visita costosa al concesionario; a veces, solo implica devolverle la firmeza al «ojo» del automóvil con la técnica correcta y mucha paciencia.