La prueba de choque virtual es clave para la seguridad de los autos 

Con ella, se podrá evaluar y optimizar el diseño y el funcionamiento de los sistemas de protección, y adaptarlos a las necesidades y características de cada persona.

Prueba de choque

Gracias a la tecnología ahora es posible hacer una prueba de choque virtual para ayudar a mejorar el nivel de protección de los automóviles nuevos.

Lamentablemente, los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren más de 1.3 millones de personas y otras 50 millones resultan heridas en las carreteras.

Entre las lesiones más frecuentes se encuentran las de cuello, que suelen producirse en colisiones por alcance. Estos traumatismos aunque rara vez ponen en peligro la vida, pueden causar dolor crónico, limitación funcional y altos costos sanitarios y sociales.

Para prevenir estas lesiones, es fundamental contar con sistemas de protección adecuados, como los reposacabezas y los asientos. Sin embargo, no todos los vehículos ofrecen el mismo nivel de seguridad, ni todos los ocupantes tienen las mismas características físicas y posturales.

Por eso, es necesario evaluar la eficacia de estos sistemas mediante pruebas que simulen las condiciones reales de los accidentes y que tengan en cuenta la diversidad de la población.

La ayuda de la tecnología

Ante esta situación, el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras, una organización independiente y sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación y la prevención de los siniestros viales en Estados Unidos, lleva desde 1995 realizando prueba de choque trasero para valorar la geometría y el rendimiento de los reposacabezas y los asientos de los vehículos.

Si bien, estas pruebas han contribuido a mejorar el diseño y la calidad de estos sistemas, lo que se ha traducido en una reducción de las lesiones de cuello en el mundo real, en la actualidad tienen limitaciones y que ya no diferencian entre los vehículos para incentivar una mayor mejora.

Por eso, el IIHS ha anunciado que está desarrollando un nuevo programa de pruebas que incluirá el uso de herramientas de prueba virtual con modelos informáticos. Estas herramientas permitirán evaluar cómo protege cada combinación de asiento y reposacabezas a personas de diferentes tamaños y formas, en distintas posiciones de asiento y escenarios de colisión.

Dicha prueba virtual consiste en utilizar modelos matemáticos que representan la estructura y el comportamiento de los vehículos, los sistemas de protección y los ocupantes, y someterlos a simulaciones numéricas que recrean las condiciones de los accidentes.

Estas simulaciones, que se realizan con programas informáticos gobernando el movimiento y la deformación de los cuerpos, permiten analizar una gran variedad de situaciones y parámetros que no se pueden reproducir fácilmente en las pruebas reales, como la velocidad, el ángulo, la masa, la rigidez, la forma, el material, la antropometría, la postura, la cinemática y la biomecánica de los ocupantes.

Además, la prueba virtual reduce los costos, el tiempo y los recursos necesarios para realizar las pruebas, ya que no se requiere construir ni destruir prototipos físicos.

Prueba de choque

La prueba de choque virtual ayuda a lo real

Con todo y sus ventajas, la prueba virtual no pretende sustituir a la prueba real, sino complementarla y optimizarla. Ambas pruebas se basan en modelos que simplifican la realidad y que tienen sus propias incertidumbres y errores. Por eso, es importante validar y calibrar los modelos virtuales con los datos experimentales obtenidos en las pruebas reales, y verificar que los resultados sean coherentes y fiables.

Uno de los objetivos del IIHS es incorporar la prueba de choque virtual a sus calificaciones de reposacabezas en etapas. Como primer paso será dar a los fabricantes de vehículos la opción de enviar sus datos de prueba virtual junto con los nuevos protocolos de prueba a 15 mph (24 km/h) y el crash test a 10 mph (16 km/h).

Esto ayudará a familiarizarse con el manejo de los datos virtuales. Más adelante, el IIHS ampliará los escenarios de prueba con variables adicionales. El objetivo final es extender las pruebas virtuales obligatorias a situaciones que no se pueden probar en el mundo real debido a las limitaciones de los maniquíes y las herramientas del IIHS.

Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, el IIHS necesita la colaboración de los científicos que desarrollan modelos informáticos detallados del cuerpo humano y de los fabricantes de vehículos, que deben compartir información valiosa sobre sus asientos y sus estructuras.

Además, el IIHS propone que los fabricantes puedan realizar las pruebas virtuales de forma independiente, pero siguiendo los protocolos establecidos, y que proporcionen evidencia en vídeo de las pruebas para que se puedan verificar los resultados.

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