Hyundai Santa Cruz: ¿Vale la pena comprar esta pickup?

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La Hyundai Santa Cruz llega para romper los moldes, pero ¿es realmente la opción ideal? Analizamos sus pros y contras.

Hyundai Santa Cruz: ¿Vale la pena comprar esta pickup?

Nadie puede negar que el mercado automotor está en constante evolución, y con él, las necesidades y deseos de los consumidores. Así es como surge la Hyundai Santa Cruz, una pickup que desafía las clasificaciones tradicionales y se presenta como una opción intrigante para aquellos que buscan la versatilidad de una pickup con la comodidad de un SUV.

Visualmente, la Santa Cruz irrumpe en escena con un diseño que no pasa desapercibido. Tiene un frontal, agresivo y desafiante, con una parrilla prominente y unos faros afilados que le otorgan una mirada penetrante, evoca la robustez de una pickup tradicional. 

No obstante, su silueta lateral, con una caja de carga que se antoja algo escueta y una línea de techo que desciende suavemente hacia la parte trasera, genera opiniones encontradas. 

Para algunos, esta fusión de elementos resulta en una estética dinámica y atractiva, que evoca la agilidad de un SUV. Para otros, en cambio, las proporciones lucen desequilibradas, sacrificando la funcionalidad en aras de la estética.

Interior versátil

Adentro, la Santa Cruz tiene un ambiente que respira refinamiento y confort. Posee materiales empleados de buena calidad, con superficies suaves al tacto y acabados cuidados que transmiten una sensación de solidez. 

Todo el diseño interior, ergonómico e intuitivo, facilita el acceso a los controles y la información. También destacan los asientos, amplios y confortables, que brindan un excelente soporte lumbar y lateral, garantizando el bienestar de los ocupantes incluso en trayectos prolongados. 

En el apartado tecnológico, la Santa Cruz ofrece un completo sistema de infoentretenimiento con una pantalla táctil de generosas dimensiones, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, que permite integrar el smartphone de forma fluida. 

A esto se suman una serie de asistencias a la conducción, como el control de crucero adaptativo, que mantiene la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo precedente de forma automática, el asistente de mantenimiento de carril, que ayuda a prevenir salidas involuntarias del carril, y el frenado automático de emergencia, que detecta posibles colisiones y activa los frenos para evitarlas o minimizar sus consecuencias.

Las opciones de motor y la caja de carga

En cuanto a la motorización, la Santa Cruz ofrece dos alternativas: un motor 2.5 litros de aspiración natural, que entrega 191 hp, y un 2.5 litros turboalimentado, que eleva la potencia hasta los 281 hp. Si bien ambas opciones ofrecen un desempeño satisfactorio para el uso diario, no se caracterizan por su explosividad ni por su eficiencia. El motor turboalimentado, aunque proporciona una aceleración más briosa y una mayor capacidad de respuesta, tiene un apetito voraz por el combustible, lo que puede repercutir en el bolsillo del propietario.

Uno de los aspectos que más controversia genera en la Santa Cruz es, sin duda, su caja de carga. Con una longitud de apenas 4 pies, se queda corta en comparación con sus competidoras, lo que limita su capacidad para transportar objetos voluminosos o realizar tareas de carga más exigentes. 

Para compensar esta limitación, Hyundai ha implementado soluciones ingeniosas, como una cubierta enrollable que protege la carga de las inclemencias del tiempo y un compartimento de almacenamiento bajo el piso, ideal para guardar herramientas o objetos pequeños. Sin embargo, estas soluciones no logran disipar por completo las dudas sobre la verdadera practicidad de la Santa Cruz como vehículo de trabajo.

Su principal rival

La Hyundai Santa Cruz se encuentra en una posición singular dentro del mercado, a caballo entre las pickups compactas y los SUV crossover. Entre sus principales rivales, podemos destacar a la Maverick que se presenta como una opción más tradicional, con una caja de carga más espaciosa y un enfoque claramente orientado a la practicidad. 

Ofrece una mayor capacidad de remolque, lo que la convierte en una alternativa más atractiva para aquellos que necesitan transportar cargas pesadas. Aunado a lo anterior, cuenta con una versión híbrida que se destaca por su bajo consumo de combustible.

¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de la Santa Cruz?

A su favor:

En su contra:

El veredicto final

Llegados a este punto, la pregunta sigue en el aire: ¿vale la pena comprar la Hyundai Santa Cruz? Como suele ocurrir en estos casos, la respuesta no es sencilla. Es una excelente opción para aquellos que buscan un vehículo versátil, con un diseño moderno y un buen nivel de confort, que les permita desenvolverse con soltura tanto en el ámbito urbano como en escapadas ocasionales a la naturaleza. 

Si la prioridad es la capacidad de carga y el remolque, existen alternativas más convenientes en el mercado. Sin embargo, si se busca un vehículo para el día a día, con un toque de aventura y un estilo único, la Santa Cruz puede ser una opción a considerar.

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