En la lista de los autos deportivos japoneses más emblemáticos, hay nombres que resuenan con fuerza. Modelos como el Nissan Skyline, el Mazda RX-7 o el Toyota Supra. Sin embargo, hay un vehículo que, si bien no siempre acapara los reflectores, tiene un lugar especial en el corazón de muchos aficionados: el Honda Prelude.
Este Prelude no era un auto cualquiera. No era el más potente, ni el más rápido en línea recta. Pero, poseía una magia especial, una combinación de estilo, manejo y tecnología que lo hacía único. A lo largo de sus cinco generaciones, el Prelude se ganó una reputación como un auto para el conductor, un vehículo que premiaba la precisión y la técnica por encima de la fuerza bruta.
En sí, la primera generación del Prelude llegó en 1978. Se presentaba como un coupé elegante y estilizado, con un interior bien equipado y un manejo sorprendentemente ágil para la época. Aunque no era un deportivo puro, sentó las bases de lo que vendría después.
No obstante, fue la segunda generación, lanzada en 1983, la que realmente puso al Prelude en el mapa. Con un diseño más atrevido, un motor más potente y la introducción de la inyección de combustible, este Prelude era un auto que invitaba a ser conducido con entusiasmo.
La tercera generación, que debutó en 1987, marcó un antes y un después. Aquí, Honda introdujo una tecnología revolucionaria: la dirección en las cuatro ruedas (4WS). Este sistema, que permitía a las ruedas traseras girar en la misma dirección o en dirección opuesta a las delanteras, dependiendo de la velocidad y el ángulo de giro, le daba al Prelude una agilidad inigualable en curvas. Con ello, el Prelude se convirtió en un referente en cuanto a manejo, un auto capaz de dejar atrás a competidores mucho más potentes en carreteras sinuosas.
Por otro lado, la cuarta generación, lanzada en 1992, optó por un diseño más suave y orgánico. Conservó el sistema 4WS en algunas versiones, pero se enfocó más en la comodidad y el refinamiento. Era un auto más maduro, más grande, pero aún conservaba ese espíritu deportivo que lo caracterizaba.
A su vez, se introdujo una versión más potente llamada VTEC, equipada con el famoso sistema de distribución variable de válvulas de Honda, que le daba al motor un carácter dual, suave a bajas revoluciones y explosivo a altas revoluciones.
Finalmente, la quinta y última generación llegó en 1997. Aquí, Honda abandonó el 4WS en favor de un sistema de control de tracción llamado ATTS (Active Torque Transfer System), que distribuye el torque entre las ruedas delanteras para mejorar la tracción y el paso por curva. En este capítulo, el diseño era más angular, más agresivo, y el manejo era tan preciso como siempre. Era un auto que recompensaba al conductor que sabía llevarlo al límite.
A lo largo de su vida, el Prelude fue un laboratorio de pruebas para Honda. Fue el primer auto de la marca en ofrecer inyección de combustible, el primero en tener dirección en las cuatro ruedas y uno de los primeros en incorporar el sistema VTEC. De esta manera, cada generación del Prelude empujaba los límites de la tecnología automotriz, y muchas de esas innovaciones se filtraron a otros modelos de la marca.
Por mucho, el Prelude era un auto para los que apreciaban la ingeniería bien hecha, para los que disfrutaban de la conexión entre el hombre y la máquina. No era un auto para presumir, sino para disfrutar al volante. Así que su legado no se mide en récords de velocidad, sino la emoción que provocaba en sus conductores.
Tristemente, en 2001, Honda decidió descontinuar el Prelude. Con el tiempo, las ventas habían disminuido, y el mercado se inclinaba hacia los SUV y los sedanes deportivos. Fue el fin de una era, el adiós a un auto que, sin ser el más popular, se había ganado un lugar especial en la historia automotriz.
Pero, eso solo fue una pausa, ya que Honda anunció que habrá una sexta generación del Prelude, ahora como un auto deportivo híbrido-eléctrico. De hecho, llegará al mercado estadounidense a finales del año próximo, con lo que se recuperará uno de los modelos más emblemáticos de la marca.
Aparte de su innovador diseño, el nuevo y elegante Prelude marca el debut de Honda S+ Shift, un nuevo e innovador modo de conducción que mejora aún más el control de cambio lineal para ofrecer los máximos niveles de participación del conductor, en consonancia con la tradición de la línea Prelude.
Esta sexta generación es la evolución del Prelude Concept que hizo su aparición regional en el Auto Show de Los Ángeles de 2023 luego de su debut mundial en el Auto Show de Japón de ese mismo año.