Ampere ya es una realidad. El pasado 1 de noviembre se produjo la escisión de la empresa del Grupo Renault que se dedicará al diseño, fabricación y producción de los vehículos eléctricos de la marca. Luca de Meo, consejero delegado de la compañía, anunció hace un año una nueva estrategia que ahora se ha materializado.
Ampere tiene una plantilla de 11.000 empleados, con un tercio de ellos dedicados a tareas de ingeniería. El objetivo empresarial que se plantea es vender un millón de coches sin emisiones en 2031, con unos ingresos previstos para entonces de 25.000 millones de euros gracias a la comercialización de siete vehículos.
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Más allá de los retos empresariales, Ampere se plantea igualar el precio de los coches de eléctricos con los correspondientes de combustión, para lo que reducirá el coste de estos últimos en un 40% hasta 2028. En este sentido será esencial el descenso del precio de las baterías que esta división del Grupo Renault espera llegue al 50% del actual.
La ofensiva de Renault a través de Ampere se basa en una oferta de siete vehículos, incluyendo entre ellos el ya comercializado Megane E-Tech. A comienzos del próximo año llegará la variante correspondiente del Scenic, poco antes de que se presente el revolucionario Renault 5, el heredero sin emisiones del icónico modelo.
Ya en 2025 le corresponderá el turno a reinterpretación de otro nombre clásico en la marca como el Renault 4, que promete la misma versatilidad de su famoso predecesor, ahora en formato SUV. A continuación, llegará el proyecto Legend, que pretende ser toda una revolución en el mercado: un eléctrico que gastará solo 10 kWh cada centenar de kilómetros y que tendrá un precio de entrada por debajo de los 20.000 euros.
Para completar su gama, más adelante se comercializarán otros dos modelos 100% eléctricos, de los que por el momento no se han ofrecido detalles.
Thierry Piéton, director financiero del grupo, ha refrendado el compromiso ineludible de Ampere de democratizar el coche eléctrico: “Gracias a su clara hoja de ruta de reducción de costes del 40% en una generación, Ampere podrá reducir gradualmente los precios de sus vehículos al tiempo que mejoran los márgenes. De hecho, al beneficiar del camino ya emprendido por el Grupo Renault en materia de vehículos eléctricos y software, Ampere ofrece un perfil financiero de bajo riesgo y alta rentabilidad con la ambición de alcanzar el equilibrio en 2025”.