El gobierno de Estados Unidos ha tomado medidas audaces y significativas para abordar la crisis climática al desarrollar nuevas normas de emisiones más estrictas y así buscar que aumenten la venta de vehículos eléctricos.
Estas regulaciones tienen como objetivo reducir las emisiones promedio de gases de efecto invernadero en un 50% para 2032, en comparación con los estándares establecidos en 2026. Además, se espera que haya recortes drásticos en las pequeñas partículas que causan smog, lo que mejorará la calidad del aire y la salud pública.
Uno de los aspectos destacados de estas nuevas regulaciones es el impulso hacia la adopción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Las autoridades estadounidenses tienen como objetivo que el 50% de las ventas de automóviles nuevos y camionetas sean puramente eléctricos e híbridos enchufables para el año 2030, y para el año 2032, quieren que ese número aumente al 56% de las ventas.
Estos son objetivos ambiciosos, considerando que en 2023 solo el 8% de los autos nuevos vendidos en Estados Unidos eran puramente eléctricos. Sin embargo, es crucial avanzar hacia una movilidad más sostenible y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
Según las proyecciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, estas normas de emisiones tendrán un impacto significativo en la reducción en los gases de efecto invernadero.
Las nuevas normas que promueven los vehículos eléctricos
Se espera que las emisiones promedio de las flotas de vehículos se reduzcan en aproximadamente un 50% en comparación con los estándares establecidos en 2026. De igual manera, se estima que estas medidas reducirán las importaciones de petróleo en 20 mil millones de barriles, lo que tendrá un impacto positivo en la seguridad energética del país.
Igualmente, se proyecta un ahorro de entre 850 mil millones de dólares y 1,6 billones de dólares desde 2027 hasta 2055 en costos relacionados con el petróleo, como combustible y mantenimiento de los vehículos.
Estas normas de emisiones se aplicarán a partir del año modelo 2027 y se extenderán hasta el año modelo 2032. El objetivo es reducir las emisiones de CO2 a 82 gramos por milla (51 g/km) en los modelos del año 2032.
Estas reducciones se implementarán de manera progresiva cada año, comenzando con una reducción del 18% en 2027, seguida de reducciones adicionales del 13%, 15%, 8%, 9% y 11% en los años siguientes, respectivamente. Estas metas demuestran un compromiso claro y medible para abordar el cambio climático y avanzar hacia una economía más limpia y sostenible.
Si bien es comprensible que pueda haber preocupaciones sobre los costos asociados con estas regulaciones más estrictas, la EPA estima que los costos iniciales por vehículo aumentarán aproximadamente en $1,200 para los modelos del año 2032.
Sin embargo, también proyecta que los propietarios promedio ahorrarán alrededor de $12,000 en costos de combustible, mantenimiento y reparación durante la vida útil del vehículo. Esto se traduce en un ahorro promedio de $9,000 en combustible, mantenimiento y reparación durante un período de ocho años. Estos ahorros a largo plazo compensarán los costos iniciales y beneficiarán tanto a los consumidores como a la economía en general.
En pro de la salud
Encima de los beneficios económicos, estas regulaciones tienen un impacto significativo en la salud pública y el medio ambiente. Se espera que las nuevas normas reduzcan las emisiones de carbono en no más de 7 mil millones de toneladas para el año 2055.
A la vez, proporcionarán casi 100 mil millones de dólares en beneficios netos anuales, incluidos costos de atención médica reducidos y menos muertes relacionadas con la contaminación del aire. También se proyecta un ahorro anual de $60 mil millones en costos de combustible, mantenimiento y reparaciones.
Estas nuevas normas de emisiones más estrictas implementadas por el gobierno de Estados Unidos son un paso crucial hacia la transición hacia un futuro más sostenible y resiliente, ya que tienen como objetivo reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la adopción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, y mejorar la calidad del aire y la salud pública.
