Hoy en día, al tener un auto eléctrico se disfruta de su suave conducción, el silencio del motor, de ahorrar dinero en gasolina y de la satisfacción de no estar emitiendo CO2.
Pero, qué pasa cuando se va a conduciendo en la carretera y se tiene poca batería. Aquí es donde el estrés comienza: ¿dónde y cuánto tiempo tomará la recarga?
Este es el principal obstáculo para muchas personas cuando consideran hacer el cambio a un vehículo eléctrico (EV), aunque la autonomía ya esté al nivel de los autos de combustión interna o incluso superior, y los precios de los autos eléctricos se hayan vuelto más accesibles.
¿Carga en 10 minutos? Un cambio de juego en los EV
Aquí es donde la tecnología de carga rápida entra en escena. Recientemente, una empresa llamada StoreDot, pionera en tecnología de baterías de carga extremadamente rápida (XFC), ha desarrollado una batería que puede cargarse del 10% al 80% en solo 10 minutos.
Para ponerlo en perspectiva, eso es menos tiempo de lo que tomaría tomarse un café mientras esperas. Esto promete resolver el mayor temor de los futuros propietarios de EV: quedarse sin batería y tener que esperar mucho tiempo para continuar su viaje.
Pero, ¿será suficiente reducir el tiempo de carga a 10 minutos para aumentar la popularidad de los vehículos eléctricos?
La ansiedad por la carga: una barrera psicológica
Más del 50% de los conductores en países como el Reino Unido y Alemania aún dudan en hacer el cambio a un vehículo eléctrico por el tiempo que se tarda en cargarse. Esto es a pesar de que se ha estado invirtiendo fuertemente en infraestructura de carga, con más estaciones instaladas en todas partes.
Sin embargo, a diferencia de la gasolina o el diésel, que se pueden “recargar” en unos minutos, cargar la batería de un auto eléctrico puede llevar una hora o más con la mayoría de los sistemas actuales.
Este “estrés por la recarga” es más psicológico que técnico. Y es que la mayoría de los conductores no suelen recorrer más de 60 o 90 millas (100 o 150 kilómetros) al día, lo cual está más que cubierto por los EV actuales. No obstante, el hecho de tener que planificar el tiempo y lugar de la recarga sigue siendo una gran preocupación. Si bien los autos eléctricos ya ofrecen autonomías superiores a 300 millas (500 kilómetros), saber que la recarga podría ser una experiencia prolongada frena a muchos compradores potenciales.
El avance de la tecnología de StoreDot
Lo interesante del avance de StoreDot es que no solo promete una carga rápida, sino que también lo hace sin comprometer la salud de la batería, algo que era una gran preocupación con las cargas rápidas anteriores.
Normalmente, cargar una batería rápidamente puede llevar a una degradación acelerada de la misma, reduciendo su vida útil. Sin embargo, las baterías de StoreDot, que ya están listas para ser producidas a gran escala, aseguran que este no será el caso.
Al mismo tiempo, estas baterías están diseñadas para integrarse fácilmente en los autos eléctricos ya existentes, lo que significa que no habrá necesidad de rediseñar todo el vehículo. Este es un gran punto a favor, ya que los fabricantes de autos podrán adoptar esta tecnología sin tener que invertir en modificar sus modelos actuales.
El impacto en la adopción de los EV
Si esta tecnología logra masificar, estaríamos hablando de un verdadero cambio de paradigma. Hoy en día, la autonomía ya no es un problema y los costos de los EV están bajando. Con una infraestructura de carga rápida, el último obstáculo -el tiempo de recarga- podría desaparecer.
Pensemos en lo que pasó con los teléfonos móviles. Al principio, muchos se resistían a cambiar sus teléfonos porque las baterías no duraban lo suficiente o porque el tiempo de carga era largo.
A medida que la tecnología de las baterías mejoró y los tiempos de carga disminuyeron, la adopción de los smartphones creció exponencialmente. Algo similar podría suceder con los autos eléctricos.
Pero, no todo es tan simple. Aunque la tecnología esté lista, hacer que las estaciones de carga rápida estén disponibles en todos los lugares donde se necesita llevará tiempo. También habrá que superar la percepción de que los autos eléctricos son complicados o “diferentes”. Al fin y al cabo, el cambio de una tecnología establecida (los autos de combustión) a una nueva (los autos eléctricos) siempre conlleva cierto grado de reticencia.
Un futuro más brillante para los autos eléctricos
Esta posibilidad de cargar un auto eléctrico en menos de 10 minutos podría ser el empujón que muchos consumidores necesitan para hacer el cambio. Ya no habría excusa para no optar por un vehículo que es más económico a largo plazo y que, además, ayuda a reducir nuestra huella de carbono.
Si bien aún queda camino por recorrer, la tecnología de StoreDot, junto con el desarrollo de la infraestructura de carga rápida, podría marcar el comienzo de una nueva era para los autos eléctricos.
