Si se está considerando comprar un auto eléctrico en Estados Unidos en 2024, hay una noticia buena y una mala: la primera es que este año es más fácil acceder a un crédito fiscal federal; y la segunda es que menos modelos califican para el crédito completo de $7,500.
Esta medida se debe a que los créditos fiscales son una parte clave del plan de la administración Biden para acelerar el cambio a autos eléctricos, pero también se está tratando de presionar a las empresas para que traigan más empleos a Estados Unidos exigiendo una cadena de suministro nacional.
Sea como sea, es un hecho que a veces resulta confuso saber que modelo aplica para el crédito fiscal federal, tomando como base no solo el lugar de fabricación, sino también la cantidad de componentes de la batería con el sello “Made in USA”.
Las novedades para 2024: reembolso instantáneo
A partir de enero de 2024, los compradores de autos eléctricos no tendrán que esperar hasta la temporada fiscal del año siguiente para reclamar el crédito fiscal.
En cambio, hay una nueva opción para recibir el crédito como reembolso justo cuando se compra el vehículo. Esto significa que después de un poco de papeleo en el concesionario, el crédito está disponible esencialmente en efectivo (o, más probablemente, descontado el costo del vehículo) el día de la compra.
Si se confirma que la venta es elegible para el crédito fiscal, el distribuidor básicamente adelanta el dinero. Si se es elegible para recibir $7,500, el concesionario acredita ese dinero como si fuera efectivo. Esto significa que el incentivo se maneja a través del dealer.
Otra cosa que ha cambiado es el límite de ingresos. Ahora el tope se basa en el “ingreso bruto ajustado modificado”: sus ingresos después de ciertas deducciones (como las contribuciones de jubilación).
Los límites de ingresos para autos eléctricos nuevos son:
- $300,000 para parejas casadas que presentan una declaración conjunta
- $225,000 para jefes de hogar
- $150,000 para todos los demás declarantes
Ya no importa cuánto se debe en impuestos
Una más de las modificaciones a los incentivos fiscales para autos eléctricos, es que se obtiene el crédito completo, independientemente de su obligación tributaria.
Antes, un comprador necesitaba una obligación tributaria de al menos $7,500 en un año determinado para obtener el beneficio total del crédito. Ahora, incluso las familias que no tienen ninguna obligación tributaria pueden obtener el crédito fiscal, en la práctica como un descuento por pronto pago en la compra del vehículo.
Los autos eléctricos deben fabricarse en Estados Unidos
Tanto los autos eléctricos como los híbridos plug-in pueden calificar para el crédito fiscal. Para ser elegibles, los vehículos deben cumplir con los requisitos de tamaño de batería y peso del vehículo y, lo que es más importante, cumplir con estos dos requisitos:
- Ser ensamblado en Norteamérica
- Tener un precio de menos de $55,000 para automóviles y $80,000 para SUV y camionetas.
Requisitos de abastecimiento de baterías
En realidad, el crédito fiscal de $7,500 se separa en dos créditos separados, cada uno con un valor de $3,750. Esto está hecho para que se pueda calificar para ambos, uno o ninguno.
Para calificar, además de los criterios básicos anteriores, son importantes las baterías de los vehículos. Esto se debe a que los materiales que se utilizan en este componente también deben cumplir con los requisitos de abastecimiento.
Estos requisitos están diseñados para alentar a la industria automotriz a depender menos de China y más de Estados Unidos para las baterías, en nombre de la seguridad de la cadena de suministro y los empleos estadounidenses.
Uno de los créditos de $3,750 dólares se centra en las materias primas contenidas en las baterías, lo que significa que un cierto porcentaje de minerales críticos, como litio, grafito y cobalto, deben extraerse o procesarse en Estados Unidos o en un socio comercial.
Por su parte, el otro crédito de $3,750 es para la fabricación de baterías: un cierto porcentaje de los componentes de la batería, como ánodos, cátodos y electrolitos, deben fabricarse o ensamblarse en América del Norte.
Cada año los porcentajes aumentan y los requisitos se vuelven un poco más difíciles de cumplir. Además, a partir de este año, los componentes de las baterías no podrán proceder de empresas controladas por China.