Cuando uno se pone al volante del auto, espera un viaje tranquilo y sin sobresaltos. Pero, ¿qué pasa cuando el auto tiembla? Esas vibraciones, lejos de ser una peculiaridad, suelen ser una señal de alerta, ya que algo en su interior no está funcionando como debería.
Lo primero que se debe hacer ante una vibración inusual es prestar atención a sus características. ¿Dónde se siente más? ¿En qué momentos se manifiesta? ¿Varía con la velocidad? Estos detalles son pistas fundamentales para descifrar el problema.
Por ejemplo si se siente vibración en el volante, especialmente al frenar o al girar, es muy probable que el origen esté en la dirección o en el sistema de frenos. Podría tratarse de algo tan simple como un desequilibrio en las ruedas o de discos de freno que necesitan ser reemplazados.
Si la vibración se percibe principalmente en el asiento o en el piso del vehículo, sobre todo a velocidades elevadas, es posible que el problema resida en las ruedas, la suspensión o incluso en el eje de transmisión.
En caso de que se experimente una vibración generalizada, como si se condujera sobre un terreno irregular, aunque la carretera esté en perfecto estado, la situación podría ser más compleja. Esto podría indicar problemas en el motor, en sus soportes o incluso en la transmisión.
Si el temblor se presenta únicamente al pisar el acelerador, es probable que haya una falla en el suministro de combustible, en el sistema de escape o en algún componente interno del motor.
En caso de que el temblor se presente al frenar, es un indicio claro de que algo no va bien con los frenos. Podrían ser discos deformados, pastillas en mal estado o incluso un fallo en el sistema ABS.

Causas comunes de cuando tiembla el auto
Ahora que se tiene una idea de cómo se manifiesta la vibración, es hora de investigar las posibles causas.
Ruedas desbalanceadas: Esta es, con frecuencia, una de las causas más habituales. Cuando las ruedas no están equilibradas, el peso no se reparte de manera uniforme, lo que genera vibraciones, sobre todo a mayor velocidad. Por suerte, la solución suele ser sencilla: llevar el coche a un taller para que realicen un balanceo.
Neumáticos en mal estado: Los neumáticos son el único punto de contacto del vehículo con el asfalto. Si están desgastados de forma irregular, presentan protuberancias o están dañados, pueden ser los causantes de las vibraciones. Es importante revisar la presión y el estado general de los neumáticos.
Problemas de frenos: Discos de freno deformados o desgastados son una causa frecuente de vibraciones al frenar. Si se siente que el volante tiembla o que el pedal de freno vibra, es momento de revisar el sistema de frenado.
Suspensión desgastada: La suspensión se encarga de absorber las irregularidades del camino y de mantener las ruedas en contacto con el suelo. Si los amortiguadores, los resortes o los bujes están deteriorados, pueden provocar vibraciones y una conducción menos estable.
Fallas en la dirección: Los componentes de la dirección, como la barra de acoplamiento, las rótulas o la cremallera, pueden sufrir desgaste con el tiempo, lo que se traduce en vibraciones en el volante.
Soportes del motor dañados: Los soportes del motor tienen la función de mantenerlo en su posición y de absorber sus vibraciones. Si están dañados, el motor puede moverse más de lo debido y generar vibraciones que se sienten en todo el vehículo.
Problemas de transmisión: La transmisión es la encargada de transferir la fuerza del motor a las ruedas. Si hay algún fallo en la transmisión, como un convertidor de par defectuoso o un eje de transmisión desalineado, se pueden producir vibraciones.
Averías en el motor: Si se considera que el motor no está funcionando de forma óptima, puede ser la causa de las vibraciones. Esto podría deberse a una bujía en mal estado, a un inyector de combustible obstruido o incluso a un problema interno más serio.

Que las vibraciones no sean un dolor de cabeza
Las vibraciones en un auto pueden ser molestas e incluso generar preocupación, pero, en la mayoría de los casos, tienen solución. Lo esencial es prestar atención a las señales, identificar el origen del problema y tomar las medidas necesarias para corregirlo.
Si existen dudas o se sospecha de un problema grave de cuando el auto tiembla, lo mejor es consultar a un mecánico cualificado. La seguridad del conductor y el buen estado del vehículo son siempre la prioridad.