Qué significa la luz amarilla en el tablero del auto

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Es una señal que genera más preguntas que respuestas. Lejos de ser un mal presagio, esa alerta ámbar es la forma que tiene el vehículo de pedir atención para evitar un problema mayor.

Qué significa la luz amarilla en el tablero del auto

La aparición de un testigo luminoso en el panel de instrumentos de un carro representa una comunicación directa entre sus sistemas electrónicos y el conductor. De manera específica, la activación de una luz amarilla en el tablero del auto constituye una señal de advertencia.

Si bien no exige una detención de emergencia como las alertas de color rojo, sí demanda atención oportuna para prevenir el desarrollo de averías de mayor envergadura. 

Interpretar correctamente este aviso es un componente esencial del mantenimiento preventivo, fundamental para asegurar la operación segura del automóvil y evitar reparaciones costosas a futuro.

El código de colores que habla por el auto

Para entender el mensaje, primero es fundamental comprender el idioma. Los fabricantes de automóviles utilizan un código de colores universal, casi como un semáforo, para comunicar la urgencia de sus notificaciones. 

Las luces verdes o azules son meramente informativas; indican que un sistema, como las luces altas (high beams) o el control de crucero (cruise control), está activo y funcionando correctamente. Son una simple confirmación.

Luego llegamos a las alertas de color rojo. Estas son el equivalente a una alarma de incendios. Exigen una acción inmediata. Hablamos de problemas críticos como una falla grave en el sistema de frenos, un sobrecalentamiento del motor o una pérdida catastrófica de presión de aceite. 

La recomendación es una sola: detener el vehículo de forma segura tan pronto como sea posible y apagar el motor para evitar daños severos.

En medio de estos dos extremos se encuentra el universo del color ámbar. Una luz amarilla en el tablero del auto funciona como una señal de precaución. No está gritando “¡PELIGRO!”, sino que dice “Oye, préstame atención, algo no está funcionando como debería”. Es decir, se puede seguir conduciendo, pero se debe programar una revisión pronto. Ignorarla es abrirle la puerta a un fallo que sí podría derivar en una luz roja.

¿Qué está diciendo esa luz amarilla en el tablero del auto?

Ese testigo ámbar puede representar una variedad de situaciones, desde las más triviales hasta algunas que requieren la intervención de un profesional. Pensemos en las más comunes. 

La más icónica es, sin duda, la luz de Check Engine o Service Engine Soon. Este pequeño motorcito amarillo es el más ambiguo de todos. Su activación puede deberse a algo tan simple como no haber cerrado bien el tapón de la gasolina, lo cual altera la presurización del sistema de combustible, o podría apuntar a un sensor de oxígeno defectuoso o a un fallo en el convertidor catalítico.

Otra compañera frecuente es la alerta del Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos (TPMS, por sus siglas en inglés). Este símbolo, que parece una herradura con un signo de exclamación dentro, es un guardián de tu seguridad y eficiencia. Informa que una o más de tus llantas tienen una presión de aire inferior a la recomendada. Corregirlo es tan sencillo como acudir a una gasolinera y calibrar el aire, una acción que previene el desgaste irregular de los neumáticos y optimiza el consumo de combustible.

De igual manera, pueden aparecer testigos relacionados con los sistemas de seguridad activa. Por ejemplo, la luz del Sistema de Frenos Antibloqueo (ABS) indica que hay una avería en dicho sistema. Los frenos convencionales seguirán funcionando, pero la asistencia para evitar el bloqueo de las ruedas en una frenada de emergencia está desactivada. 

Algo similar ocurre con el Control de Tracción (TCS) o Control de Estabilidad (ESC); si la luz parpadea quiere decir que entró en acción, pero si está encendida de forma fija, el sistema que previene derrapes no está operativo.

De la precaución a la acción: Pasos a seguir

Entonces, ¿qué hacer cuando aparece una de estas señales? Lo primero es no entrar en pánico. Lo segundo es observar el comportamiento del auto. ¿Se siente diferente? ¿Hay ruidos extraños o pérdida de potencia? 

El siguiente paso lógico es consultar el manual del propietario. Allí encontrará una guía visual de cada testigo y su significado específico para tu modelo.

Si la luz es del tipo Check Engine y el auto funciona con normalidad, asegurarse de que el tapón de la gasolina esté bien apretado. Si después de unos trayectos no se apaga, lo más sensato es llevarlo a un taller mecánico de confianza. 

Allí, con un escáner OBD-II (On-Board Diagnostics), podrán leer el código de error específico que la computadora del vehículo ha registrado y darte un diagnóstico preciso.

En general, la próxima vez que se vea una luz amarilla en el tablero del auto, respirar hondo. Considerarla una aliada, una pieza de tecnología preventiva que te ayuda a cuidar tu inversión y, más importante aún, tu seguridad. 

Es la diferencia entre cambiar un sensor a tiempo y quedarte varado en la autopista. Escuchar a tu auto es, sencillamente, la forma más inteligente de conducir.

Listado de los tipos de luz amarilla en el tablero del auto

Para ser más específicos, aquí tienes un desglose de los testigos ámbar que con mayor frecuencia podrías encontrar iluminados en tu panel:

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