Ante la necesidad de reducir el tiempo de carga de los autos eléctricos, los fabricantes de automóviles y proveedores han desarrollado cargadores rápidos que permiten hacer la recarga de la batería en unos minutos.
Sin duda, esta clase de cargadores que está disponible en muchos modelos de EV se ha convertido en una gran solución debido a que reduce de manera drástica el proceso de carga, incluso con una toma de 220 volts.
Si bien la conveniencia de estos cargadores es innegable, su uso frecuente puede tener un impacto significativo en la vida útil de la batería, por lo que resulta contraproducente, ya que por un lado se ahorra tiempo, pero por el otro, se reduce la durabilidad.
La batería como un atleta
Un atleta, para mantenerse en forma y rendir al máximo, necesita un entrenamiento equilibrado y un descanso adecuado. Si lo sometemos a un entrenamiento intenso y constante sin darle tiempo para recuperarse, su cuerpo comenzará a mostrar signos de desgaste y su rendimiento se verá afectado a largo plazo.
Lo mismo ocurre con la batería del auto eléctrico. Cada ciclo de carga y descarga es como un entrenamiento para la batería. Así que los cargadores rápidos, al entregar una gran cantidad de energía en poco tiempo, someten a la batería a un “entrenamiento” muy intenso. Esto genera calor, que es uno de los principales enemigos de las baterías de iones de litio, las más comunes en los vehículos eléctricos.
El calor, el enemigo silencioso
Está comprobado que el calor acelera la degradación de los componentes internos de la batería, lo que reduce su capacidad para almacenar energía y, por ende, su autonomía. Es como si el atleta, tras un entrenamiento excesivo, perdiera fuerza y resistencia.
Igualmente, el uso frecuente de cargadores rápidos puede provocar un desequilibrio en las celdas de la batería. Esto se debe a que no todas las celdas se cargan y descargan al mismo ritmo. Con el tiempo, este desequilibrio puede afectar el rendimiento general de la batería y acortar su vida útil.
¿Significa esto que se deben evitar los cargadores rápidos?
No necesariamente. Realmente, los cargadores rápidos son una herramienta útil, especialmente en viajes largos o cuando se necesita recargar rápidamente. Sin embargo, su uso debe ser moderado. Es como darle al atleta un entrenamiento intenso ocasional, pero asegurarse de que tenga suficiente tiempo para descansar y recuperarse.
Por ello, la mayoría de los fabricantes de vehículos eléctricos recomiendan utilizar cargadores rápidos sólo cuando sea necesario y optar por cargadores de nivel 2 (los que se instalan en casa) para la carga diaria. Estos cargadores, al entregar la energía de forma más lenta y controlada, generan menos calor y estrés en la batería, lo que contribuye a prolongar su vida útil.
Consejos para cuidar la batería de tu auto eléctrico
Además de moderar el uso de cargadores rápidos, hay otras medidas que puedes tomar para cuidar la batería de tu auto eléctrico:
- Evitar cargar la batería al 100% o descargarla por completo. Lo ideal es mantenerla entre el 20% y el 80% de su capacidad.
- No exponer el auto a temperaturas extremas. El calor y el frío pueden afectar el rendimiento de la batería.
- Utilizar el modo de carga “lenta” siempre que sea posible. Esto reduce el estrés en la batería y prolonga su vida útil.
El futuro de la carga rápida
La industria de los vehículos eléctricos es consciente del impacto de los cargadores rápidos en las baterías y está trabajando en soluciones para mitigarlo. Se están desarrollando nuevas tecnologías de carga que prometen reducir el calor generado y optimizar el proceso de carga para minimizar el estrés en la batería.
Aparte, los fabricantes están mejorando la gestión térmica de las baterías, incorporando sistemas de refrigeración más eficientes y algoritmos de carga inteligentes que adaptan la velocidad de carga a las condiciones de la batería.