En un caso histórico, el Tribunal de Apelaciones Comunes de Filadelfia ha dictaminado que ExxonMobil debe pagar $725.5 millones a Paul Gill y su esposa Diane Gill por daños causados por la exposición al benceno en la gasolina Mobil Oil.
Paul Gill, quien trabajó como mecánico y encargado de una gasolinera entre 1974 y 1979, estuvo expuesto al benceno, un carcinógeno conocido, durante su tiempo en el trabajo. Como consecuencia de esta exposición, desarrolló leucemia mieloide aguda, una forma grave de cáncer de la sangre.
Su esposa, Diane Gill, también sufrió graves consecuencias por la enfermedad de su esposo. Además del impacto emocional y psicológico, la esposa tuvo que asumir la carga de cuidar a su esposo enfermo y administrar las finanzas familiares.
Durante el juicio de siete días, el jurado escuchó evidencia contundente que demostraba la exposición del Sr. Gill al benceno en la gasolina Mobil Oil, la falta de advertencias por parte de la compañía sobre los riesgos asociados a la exposición y el daño significativo que tanto él como su esposa habían sufrido.
Un punto crucial en el caso fue el testimonio de un representante de ExxonMobil quien admitió que la compañía conocía los peligros del benceno en la gasolina desde dos décadas antes de la exposición del Sr. Gill. A pesar de este conocimiento, la empresa no tomó ninguna medida para proteger a sus trabajadores o al público en general.
Sin duda, el veredicto a favor del Sr. y la Sra. Gill representa un hito importante en la lucha contra la exposición al benceno y las enfermedades relacionadas. Envía un mensaje claro a las empresas de que no se tolerará la negligencia que ponga en riesgo la salud de sus trabajadores o del público.
El veredicto del caso Paul Gill y Diane Gill contra ExxonMobil et al., con número de expediente 200501803 en el Primer Distrito Judicial de Pensilvania, es el más alto jamás otorgado en un litigio de benceno.