Queda claro que la revolución eléctrica está en marcha y los autos eléctricos se posicionan como la alternativa sostenible del futuro. Sin embargo, su elevado precio aún representa un obstáculo para muchos en Estados Unidos.
En este contexto, los créditos fiscales que da el gobierno federal, más las ayudas estatales se convierten en un factor determinante a la hora de tomar la decisión de compra.
Con el fin de incentivar la compra de autos eléctricos, el gobierno federal de Estados Unidos otorga un crédito fiscal de $7,500, siempre y cuando el modelo cumpla con una serie de requisitos de manufactura en territorio estadounidense.
Aunado a esta ayuda, están los incentivos extras que ofrecen casi 20 estados, y que van desde $1,000 hasta $7,500. De esta forma, es posible que tras el precio del auto se pueda obtener un ahorro de hasta $15,000
Pero, ¿en qué estado conviene realmente comprar un auto eléctrico si se busca aprovechar al máximo los incentivos?
Sin duda, el mejor estado para comprar un auto eléctrico por las ayudas estatales es California, que es conocido por su compromiso con la sostenibilidad y la innovación, se ha convertido en el mercado número uno de Estados Unidos para la compra de modelos con incentivos financieros
Es más que evidente que estos incentivos financieros hacen que la adquisición de un vehículo eléctrico sea más accesible para muchos consumidores, desafiando la percepción de que los autos eléctricos están fuera del alcance de sus bolsillos.
Beneficios adicionales
Además de los incentivos financieros, California ofrece otros beneficios para los propietarios de vehículos eléctricos. Por ejemplo, los vehículos con bajas emisiones o cero emisiones de smog pueden conducir por carriles especiales reservados para vehículos de alta ocupación (HOV) o de uso compartido.
En resumen, gracias a sus generosas ayudas estatales y su compromiso con la sostenibilidad, California se ha convertido en el mejor estado para comprar un auto eléctrico.
Estas políticas no solo hacen que los vehículos eléctricos sean más accesibles para los consumidores, sino que también contribuyen a la transición hacia un futuro más verde y sostenible.