Inesperadamente, la industria automotriz europea está experimentando un cambio de rumbo. Y es que las ventas de vehículos eléctricos, que hasta hace poco parecían imparables, han comenzado a flaquear.
Según los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, en mayo de 2024, las ventas de vehículos nuevos en Europa registraron 911,697 unidades, una caída del 3%, siendo los autos eléctricos los principales responsables de esta disminución, pues vieron un descenso de más de 1%.
Concretamente, la cuota de mercado general de los vehículos eléctricos en la Unión Europea cayó al 12.5% en mayo de 2024, en comparación con el 13.8% por ciento en mayo de 2023.
Solo para tener una idea del volumen de ventas, el 35.5% de los autos vendidos fueron con motores de gasolina, el 30% híbridos, el 13% a diésel, el 6,5% con motores híbridos plug-in y el 2.5% restante con motores que consumen gas natural, hidrógeno, GLP y etanol.
Incluso el Tesla Model Y, que fue el auto más vendido en el mundo y el vehículo eléctrico más popular en Europa en 2023, ha visto una caída del 50% en las ventas en el mercado europeo en comparación con mayo del año previo, al sumar 10,852 unidades.
En el quinto mes de 2023, el Model Y todavía estaba en el lugar número uno de los autos más vendidos en Europa, y ahora el SUV de Tesla aparece en la posición número 18.
Con esta baja de Tesla, que pone en el duda que repita como el auto más vendido en el mundo en 2024, Volkswagen es el ganador, ya que el T-Roc se colocó como el auto más vendido en Europa en mayo de 2024, seguido del Golf, que vio un impresionante aumento del 28%.
¿Qué factores están impulsando esta caída?
Sin duda, la respuesta es multifacética. Primero, la eliminación de subsidios gubernamentales, como en el caso de Alemania, ha encarecido los vehículos eléctricos para los consumidores, provocando una caída del 16% en las ventas durante los primeros cinco meses de 2024.
De igual manera, la incertidumbre económica y la inflación también han llevado a los compradores a optar por opciones más asequibles. Aparte, la propuesta de aranceles a los vehículos eléctricos importados de China podría afectar aún más la demanda.
Otro de los factores es que los vehículos híbridos han ganado terreno. Esto queda demostrado en la cuota de mercado que ha aumentado del 25% al 30%, convirtiéndose en la segunda opción más popular entre los compradores europeos.
¿Es este el fin del auge de los vehículos eléctricos?
Es demasiado pronto para decirlo. Nadie puede negar que la industria automotriz es cíclica y las fluctuaciones en las ventas son normales. Sin embargo, la caída actual plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento de los vehículos eléctricos a largo plazo.
Los fabricantes de automóviles y los gobiernos deberán abordar los desafíos que afectan la demanda de vehículos eléctricos, como los altos costos, la falta de infraestructura de carga y la incertidumbre regulatoria. Solo así podrán garantizar que la transición hacia una movilidad más sostenible no se detenga.