¿Cada cuánto tiempo se cambia el aceite del motor del auto?

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Si se cumplen con los intervalos de cambio de aceite recomendados por el fabricante y se consideran las condiciones de conducción, el motor funcionará de manera óptima.

¿Cada cuánto tiempo se cambia el aceite del motor del auto?

Dentro del mantenimiento del automóvil, los cambios regulares de aceite son un aspecto crucial que muchas personas a menudo pasan por alto al no prestar la atención que se debe.

Si bien puede parecer una tarea mundana, cambiar el aceite a intervalos adecuados desempeña un papel importante para garantizar un rendimiento óptimo y la longevidad del motor. 

Pero antes de saber cada cuánto tiempo se cambia el aceite y comprender la importancia de los cambios regulares de aceite, es vital entender el propósito de este vital líquido de todos los automóviles que llevan motores de combustión interna.

En concreto, el aceite de motor cumple múltiples funciones críticas dentro del motor. En primer lugar, lubrica las partes móviles, reduciendo la fricción y minimizando el desgaste. 

Al mismo tiempo, el aceite se encarga de enfriar el motor al eliminar el exceso de calor generado durante el funcionamiento, a la vez que forma una película protectora sobre los componentes del motor, previniendo la corrosión y el óxido. 

Ahora bien, con el tiempo, el aceite del motor se descompone y se contamina con suciedad, residuos y subproductos de la combustión. Esta degradación compromete su capacidad para realizar estas funciones esenciales, lo que requiere cambios de aceite regulares.

¿Cada cuánto tiempo se cambia el aceite?

Realmente, la frecuencia de los cambios de aceite depende de varios factores, incluido el tipo de automóvil, las condiciones de conducción y el tipo de aceite utilizado

En el pasado, la pauta general era cambiar el aceite cada 3,000 millas (5,000 kilómetros) o tres meses, lo que ocurriera primero. Ahora, con los avances en la ingeniería automotriz y las mejoras en la calidad del aceite han ampliado estos intervalos para la mayoría de los vehículos.

Para los autos más nuevos, los fabricantes suelen recomendar cambios de aceite entre 7,500 y 10,000 millas (12,000 y 16,000 kilómetros), o cada seis a doce meses. Es importante consultar el manual del propietario del vehículo para determinar las recomendaciones específicas del fabricante para su marca y modelo.

Dicho esto, es fundamental tener en cuenta las condiciones de conducción, ya que la situaciones de manejo severas, como el tráfico frecuente con paradas y arranques, el remolque de cargas pesadas o la conducción en temperaturas extremas, pueden acelerar la degradación del aceite. En tales casos, se aconseja seguir el programa de mantenimiento “severo» o «pesado”, que puede requerir cambios de aceite más frecuentes.

¿Qué pasa si se descuida cambiar el aceite?

Descuidar los cambios regulares de aceite puede tener graves consecuencias para el motor del automóvil. Con el tiempo, este líquido se contamina con suciedad, lodos y otras impurezas, lo que reduce sus propiedades lubricantes. Esto puede provocar un aumento de la fricción, originando un desgaste excesivo de los componentes del motor y puede provocar reparaciones costosas o fallos del motor.

A medida que el aceite se descompone, pierde su capacidad de disipar el calor de forma eficaz. Esto puede provocar temperaturas elevadas en el motor induciendo a un sobrecalentamiento y daños a piezas críticas del motor. En casos extremos, esto puede incluso hacer que la máquina se atasque, dejando el vehículo inoperable y requiriendo un reemplazo completo del motor.

De igual forma, el aceite contaminado puede provocar la formación de depósitos y lodos dañinos que pueden obstruir los conductos de aceite del motor, restringiendo el flujo de aceite. Al existir una circulación reducida de aceite se puede privar a componentes vitales de la lubricación, provocando un desgaste acelerado y potencialmente provocando fallas catastróficas en el motor.

Con lo anterior queda claro que los cambios regulares de aceite de automóvil no son simplemente un inconveniente o un gasto innecesario. Son un aspecto fundamental del mantenimiento del vehículo que impacta directamente el rendimiento, la longevidad y la confiabilidad del motor del automóvil.

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