Sin duda, uno de los más grandes personajes en la historia del automovilismo es Bernie Ecclestone. Este británico, nacido en 1930, es mucho más que un empresario exitoso, ya que es la mente que transformó la Fórmula 1 en el fenómeno global que conocemos hoy.
Su capacidad para negociar contratos multimillonarios y convertir un deporte de nicho en un espectáculo internacional le otorgó el apodo de “el padrino de la Fórmula 1”. Sin embargo, detrás de esta figura estratégica y controvertida, existe otra faceta igual de interesante: su pasión por los autos, una que lo llevó a reunir una de las colecciones más impresionantes del mundo.
A sus 94 años, Bernie Ecclestone, conocido por ser reservado sobre sus bienes personales, ha sorprendido a los fanáticos y coleccionistas al anunciar que vendería su célebre colección de automóviles.
Un vistazo a la vida de Ecclestone
Antes de entrar en detalles sobre los vehículos, vale la pena repasar brevemente la historia de este magnate. Bernie empezó su carrera en los circuitos como piloto y, aunque su aventura al volante fue breve, su verdadera habilidad estaba fuera de la pista.
Fue promotor, manager de pilotos y, finalmente, propietario del equipo Brabham, antes de tomar el control comercial de la Fórmula 1 en las décadas de 1980 y 1990. Bajo su liderazgo, la categoría reina del automovilismo alcanzó niveles de popularidad sin precedentes, convirtiéndose en una máquina de generar ingresos.
A lo largo de su vida, Bernie Ecclestone siempre tuvo un ojo clínico para detectar el valor y la exclusividad. Y no sólo lo demostró en los negocios, sino también en su forma de coleccionar automóviles.
En 2017, vendió su participación en la Fórmula 1 a Liberty Media, que adquirió los derechos comerciales del deporte. Ecclestone continuó trabajando como asesor, pero su influencia directa en la administración de la F1 fue reducida.
La colección de Bernie Ecclestone es de otra galaxia
Conocida como “Ecclestone Grand Prix Collection”, esta colección de autos es una cápsula del tiempo que abarca siete décadas de historia del automovilismo. Formada por un total de 69 autos, cada uno de ellos representa un momento clave en el deporte. Desde campeonatos mundiales hasta modelos pioneros, los vehículos de esta colección son, literalmente, obras de arte sobre ruedas.
Por ejemplo, entre los Ferrari, destaca el 375 F1, con el que Alberto Ascari ganó el Gran Premio de Italia. También está el legendario Ferrari 246 F1 de Mike Hawthorn, el último auto con motor delantero en alcanzar un podio en la Fórmula 1.
Pero no se detiene ahí: Ecclestone también tiene en su poder modelos icónicos como el BT46B de Brabham, conocido como el “coche ventilador”, con el que Niki Lauda dominó el Gran Premio de Suecia de 1978.
Incluso hay joyas que no pertenecen exclusivamente al universo de Ferrari o Brabham, como el Maserati 250F, pilotado por leyendas como Juan Manuel Fangio, o el Vanwall VW10, que se convirtió en el primer monoplaza británico en ganar un campeonato de constructores.
Un coleccionista con propósito
Lo que distingue a Ecclestone de otros coleccionistas es su filosofía. Mientras muchos optan por deportivos clásicos o modelos de lujo, Bernie siempre tuvo una debilidad por los autos de Gran Premio. Según sus propias palabras: “Un auto de Fórmula 1 no es sólo un auto; es una obra maestra que representa la cima del deporte motor”.
Cada pieza de su colección tiene una historia única, una anécdota de victoria o de innovación tecnológica. Para él, no se trata solo de acumular objetos valiosos, sino de preservar la memoria de lo que esos coches lograron en la pista.
Y, ahora, con la decisión de venderlos, busca asegurarse de que esas historias pasen a las manos correctas, a coleccionistas que valoren y cuiden los vehículos tanto como él lo hizo.
¿Por qué Bernie Ecclestone decidió vender su colección ahora?
Aunque podría pensarse que Bernie tiene motivos económicos para desprenderse de su colección, la realidad parece ser mucho más personal. A sus 94 años, Ecclestone se muestra consciente de que no estará aquí para siempre. Según ha declarado, quiere asegurarse de que los autos encuentren nuevos hogares antes de que su esposa tenga que lidiar con esa tarea.
Aparte, la venta de esta colección representa una oportunidad única para el mercado de coleccionistas. Tom Hartley Jnr., la empresa encargada de la transacción, asegura que nunca antes se había ofrecido una colección de esta magnitud.
