En los últimos años, el tema de boga en la industria automotriz son las marcas de autos chinas y su llegada masiva a diversos países buscando compradores. Y es que el gobierno chino, con su ambición de ser líder en la venta y producción de autos del mundo, subsidia estas marcas, a pesar de las enormes pérdidas económicas. Pero, ¿es esto sostenible? La respuesta es un rotundo ¡no!
Una investigación de la consultora AlixPartners, publicada por Automotive News Europe, revela que solo alrededor del 13 por ciento de las marcas de automóviles chinas actuales serán rentables al final de la década. Esto implica que una gran mayoría de las marcas actuales desaparecerán, dejando solo a unas pocas en pie.
De las 137 marcas de autos chinas que existen actualmente, sólo 19 son viables. Eso significa que el 87 por ciento de las marcas chinas desaparecerán en los próximos años, lo que plantea una gran interrogante sobre el futuro del mercado automotriz chino y su impacto en el ámbito global.
Desde hace casi dos años, el mercado de vehículos eléctricos en China ha estado envuelto en una intensa guerra de precios. Esta competencia ha ejercido una fuerte presión sobre los márgenes de beneficio de varias marcas. Mientras que los principales actores del mercado, como BYD y Tesla, pueden soportar esta presión debido a sus márgenes brutos positivos, otros fabricantes enfrentan una lucha cuesta arriba.
Una muestra de ello es que el precio medio de venta de automóviles en China cayó un 13.4% el año pasado. En términos de márgenes, las marcas han obtenido una media de sólo el 1.5%. Esta baja rentabilidad se debe en gran medida a la reducción de costos por parte de los fabricantes, presionando a los proveedores y lanzando nuevos modelos a un ritmo vertiginoso. Sin embargo, esta estrategia tiene un límite y no es sostenible a largo plazo.
Para finales de 2030, se espera que los fabricantes de automóviles chinos controlen el 33 por ciento del mercado automovilístico mundial y el 45 por ciento de las ventas de automóviles totalmente eléctricos e híbridos enchufables.
No obstante, este mercado estará repartido entre menos marcas. La previsión para Europa también ha sido ajustada significativamente a la baja. Si se observa únicamente el mercado europeo, se espera que el market share de los automóviles chinos caiga del 15 por ciento al 12 por ciento. Esto se debe en parte a los aranceles de importación adicionales impuestos por la Unión Europea a los automóviles chinos.
Este fenómeno no es nuevo en la industria automotriz. A lo largo de la historia, se ha visto cómo muchas marcas han surgido y desaparecido en diferentes partes del mundo. La diferencia en el caso de China es la magnitud y la rapidez con la que está ocurriendo. El mercado automotriz chino es el más grande del mundo, y cualquier cambio en este ámbito tiene repercusiones globales.
En definitiva, la desaparición de muchas marcas es un reflejo de la dura competencia y las realidades económicas del mercado. Solo las marcas más fuertes y eficientes sobrevivirán, lo que podría resultar en un mercado más consolidado y competitivo a nivel global. Para los consumidores, esto podría traducirse en mejores productos y una mayor adopción de tecnologías avanzadas en la industria automotriz.
