Esta marca de autos de Stellantis podría cambiar de dueño

Stellantis no está en buena forma. Los números nos lo dicen después de que el precio de las acciones se desplomara un 8%. Hay muchas razones para esta cojera del gigante franco-italiano, que cuenta con 14 marcas diferentes, algunas de ellas de clara fama, aunque muchas de las cuales se encuentran en constantes dificultades financieras, de posicionamiento y de producto como es el caso de Maserati.

El Tridente está opaco y cae en una crisis aparentemente irreversible. Las ventas se han desplomado: de 15,300 en 2023 a apenas 6,500 hoy. Ni siquiera los beneficios ni los ingresos están ahí, mientras que las estructuras técnicas destinadas a la marca Módena cierran sus puertas. Todo apunta a un descarrilamiento.

Maserati no sale de la crisis

El primer problema de Maserati se refiere al plan industrial. Modelos importantes con cifras más que decentes como Levante, Ghibli y Quattroporte han sido retirados sin ser sustituidos. De momento, la gama sólo puede contar con el SUV Grecale, que no recaudó tanto como se esperaba, y los deportivos MC20, GranTurismo y GranCabrio. Vehículos de nicho que, entre otras cosas, no están dando resultados útiles para marcar un futuro claro.

Es una situación que deja a muchos fanáticos de Maserati con un sabor amargo. La marca que alguna vez fue sinónimo de lujo y desempeño ahora parece estar en una espiral descendente. La falta de nuevos modelos que puedan captar la atención del mercado es una gran parte del problema. El SUV Grecale, que se esperaba fuera un éxito, no ha logrado las cifras de ventas esperadas. Los deportivos, aunque impresionantes, no son suficientes para sostener a la marca en términos de volumen de ventas.

Stellantis amenaza a las marcas débiles

En abril, el director general de Stellantis, Carlos Tavares, había negado la idea de poner a la venta Maserati, admitiendo sin embargo que también había recibido propuestas de empresas chinas. “Han llegado propuestas en los últimos años, pero no tengo intención de vender la marca”, afirmó. En poco tiempo, estas palabras podrían cambiar significativamente: Maserati perdió hasta 82 millones de euros en el primer semestre de 2024. 

Ahora, Tavares tiene esto que decir sobre las marcas no rentables en la galaxia Stellantis: “Si no ganan dinero, las cerraremos. Es muy sencillo porque estamos hablando de un período de transición muy difícil, por lo tanto, no podemos darnos el lujo de tener marcas que no ganen dinero”.

Esta postura de Tavares no es sorprendente, considerando la presión que enfrentan los fabricantes de automóviles para mantenerse rentables en un mercado tan competitivo. Sin embargo, para los seguidores de Maserati, esta es una noticia preocupante. La posibilidad de que la marca sea cerrada o vendida es un golpe duro para aquellos que han admirado los autos del Tridente durante décadas.

Un futuro incierto

Quién sabe si Maserati pasará a manos de Ferrari, como se viene rumoreando desde hace tiempo y como ocurrió a las puertas del nuevo milenio, con la esperanza de que el Tridente renazca de sus cenizas como el Fénix árabe. La idea de que Ferrari pueda tomar las riendas de Maserati es intrigante. Ferrari, con su experiencia y reputación en el mercado de autos de lujo y deportivos, podría ser capaz de revitalizar a Maserati y devolverle su antigua gloria.

Pero esta no es la única opción sobre la mesa. Otros posibles compradores podrían estar interesados en adquirir Maserati, viendo el potencial de la marca a pesar de sus actuales dificultades. Lo que está claro es que algo debe cambiar para que Maserati pueda sobrevivir y prosperar en el futuro.

La esperanza de los aficionados

Para los fanáticos de Maserati, la esperanza es que la marca encuentre una forma de salir de esta crisis. Ya sea bajo la dirección de Ferrari o de otro comprador potencial, la meta es ver a Maserati regresar a sus días de gloria. La historia de la marca, llena de éxitos en las pistas de carreras y en el mercado de autos de lujo, merece un futuro brillante.

La incertidumbre sobre el futuro de Maserati es un recordatorio de lo volátil que puede ser la industria automotriz. Marcas legendarias pueden enfrentarse a desafíos que ponen en riesgo su existencia. Pero también es un recordatorio de que con la dirección adecuada y un poco de suerte, es posible que el Tridente vuelva a brillar con fuerza.

Stellantis tiene decisiones difíciles por delante. Ya sea vendiendo Maserati o encontrando una manera de hacerla rentable dentro de su propio grupo, el futuro de la marca pende de un hilo. Los próximos meses serán cruciales para determinar qué camino tomará Maserati y si podrá recuperar su lugar como una de las marcas más prestigiosas en el mundo automotriz.

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