¿La conducción autónoma parcial en los autos mejora la seguridad?

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Estudios recientes cuestionan los beneficios de esta tecnología y su impacto real en la reducción de accidentes.

¿La conducción autónoma parcial en los autos mejora la seguridad?

Recientemente, la conducción autónoma parcial en los autos, como el control de crucero adaptativo (ACC) y el centrado de carril, ha sido objeto de debate sobre si realmente mejora la seguridad en las carreteras. 

Se supone que estos sistemas deberían ayudar a reducir accidentes, ya que asisten a los conductores en situaciones que pueden ser peligrosas. Sin embargo, los estudios más recientes del Insurance Institute for Highway Safety  (IIHS) y del Highway Loss Data Institute (HLDI) muestran que los beneficios no son tan claros como muchos podrían pensar.

Antes de analizar los estudios, es importante entender qué es exactamente la automatización parcial. A diferencia de un vehículo completamente autónomo (como los autos que Tesla promete para el futuro), un auto con automatización parcial aún requiere que el conductor preste atención constante y esté listo para tomar el control en cualquier momento. 

Es decir, el auto puede hacer cosas como mantener una velocidad constante, seguir el tráfico, y mantenerse en su carril, pero no puede manejar todas las situaciones de la carretera por sí solo.

Este tipo de tecnología se ha vuelto cada vez más común en los nuevos modelos de autos. De hecho, más de la mitad de los vehículos lanzados en 2023 incluyen algún tipo de automatización parcial como una opción estándar o disponible. Pero, aunque suene prometedor, los datos de accidentes y seguros indican que, hasta ahora, esta tecnología no ha hecho una diferencia significativa en la seguridad.

Lo que dicen los estudios sobre la conducción autónoma

El HLDI y el IIHS han analizado los datos de vehículos equipados con sistemas de automatización parcial de marcas como BMW y Nissan. Estos estudios han encontrado que si bien las funciones de prevención de colisiones, como el frenado automático de emergencia (AEB), sí ayudan a reducir ciertos tipos de accidentes, la automatización parcial no parece aportar beneficios adicionales.

Por ejemplo, en un estudio de vehículos Nissan Rogue de 2017-2019, se descubrió que las reclamaciones por accidentes fueron un 8 % más bajas en los vehículos con advertencia de colisión frontal y AEB. 

Sin embargo, no hubo ninguna mejora adicional cuando se añadía el ACC o el sistema ProPILOT Assist, que incluye centrado de carril y otras funciones de automatización parcial. Lo mismo ocurrió con los vehículos BMW: los modelos con AEB mostraron una reducción en los accidentes, pero aquellos equipados con sistemas de automatización parcial no mostraron beneficios adicionales significativos.

¿Por qué no hay más beneficios?

Parte del problema puede ser que los conductores confían demasiado en la tecnología. Aunque estos sistemas están diseñados para hacer la conducción más fácil, no eliminan la necesidad de que el conductor esté atento. 

De hecho, algunos expertos sugieren que estos sistemas pueden crear una falsa sensación de seguridad, lo que lleva a los conductores a desconectarse o distraerse más fácilmente. Esto podría aumentar el riesgo de accidentes, ya que el conductor tarda más en reaccionar cuando se enfrenta a una situación inesperada.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, aunque los sistemas como el ACC pueden mejorar ciertos comportamientos de conducción, como mantener una distancia segura con el auto de adelante, esto no es suficiente para prevenir todos los tipos de accidentes. El centrado de carril, por ejemplo, está diseñado para evitar que el vehículo salga de su carril, pero según los estudios, no ha demostrado reducir significativamente los accidentes por salida de carril.

¿Entonces, vale la pena?

A pesar de estos hallazgos, es importante no descartar por completo la automatización parcial. Estos sistemas siguen siendo útiles en muchas situaciones y podrían mejorar con el tiempo a medida que la tecnología avanza. 

Aparte, los estudios muestran que las funciones de prevención de accidentes, como el AEB, sí hacen una diferencia, lo que sugiere que la clave está en seguir desarrollando estas funciones y combinarlas de manera más efectiva con la automatización parcial.

Otro punto interesante es que algunos vehículos equipados con automatización parcial también tienen características adicionales, como mejores faros. En el caso de los Nissan Rogue estudiados, los vehículos con ProPILOT Assist también tenían faros delanteros de mayor calidad, lo que contribuyó a una reducción en los accidentes nocturnos. Esto sugiere que, en algunos casos, los beneficios de seguridad podrían estar relacionados con otros factores del vehículo, y no directamente con la automatización parcial.

¿Qué se puede esperar en el futuro de la conducción autónoma?

A medida que los fabricantes de autos continúan desarrollando y mejorando estos sistemas, es probable que veamos más beneficios en términos de seguridad. Sin embargo, hasta ahora, la automatización parcial no ha demostrado ser la solución milagrosa para reducir accidentes que algunos esperaban. Los conductores siguen siendo una parte esencial del proceso, y la tecnología, por avanzada que sea, aún tiene sus límites.

Es crucial que los conductores no se relajen demasiado al usar estos sistemas. La tecnología puede ser una herramienta útil, pero aún no puede sustituir la atención y la responsabilidad que implica estar al volante. En última instancia, la seguridad en la carretera sigue dependiendo de los humanos, al menos por ahora.

En resumen, aunque la conducción autónoma parcial tiene el potencial de mejorar la seguridad en las carreteras, los estudios actuales sugieren que todavía hay mucho camino por recorrer. Como cualquier otra tecnología nueva, llevará tiempo perfeccionarla y descubrir cómo puede integrarse de manera efectiva en la conducción diaria. Mientras tanto, es importante usar estas herramientas como lo que son: una ayuda, no un reemplazo para la atención y el buen juicio al conducir.

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