A partir de ahora, los autos chinos también son «Made in Europe»

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¿Qué pasaría si los autos chinos también fueran fabricados en Europa? Esa idea, que parecía lejana, ya es una realidad.

A partir de ahora, los autos chinos también son "Made in Europe"

Cuando alguien menciona autos chinos, lo primero que suele venir a la mente es la de fábricas en gigantescas plantas industriales en China, desde donde los vehículos viajan grandes distancias para llegar al mercado europeo. 

Sin embargo, eso está cambiando rápidamente, ya que los fabricantes chinos, con su característica audacia, han encontrado una forma creativa y estratégica de evitar los elevados impuestos de importación: producir directamente en Europa. 

Esta decisión les permite competir en precio y rompe con ciertos prejuicios sobre la calidad de los autos “hechos en China”. Ahora, ¿qué pasaría si esos autos chinos también pudieran ostentar la etiqueta “Made in Europe”?

El inicio de una revolución automotriz

El primer paso de esta transición lo ha dado Chery, una de las compañías más grandes de China, conocida por manejar marcas como Jaecoo, Omoda y Exlantix. Aunque hasta hace poco su presencia en el mercado europeo había sido casi anecdótica, ahora han decidido apostar fuerte. 

De hecho, no solo planean vender sus vehículos en Europa, sino también producirlos en el continente. Esta estrategia marca un cambio de paradigma: lo que antes era solo un sueño de expansión, ahora comienza a tomar forma en líneas de producción reales.

Sin embargo, no han sido los únicos en dar este salto. Esta primicia de producción automotriz “china-europea” corresponde a Ebro, una marca que, aunque no tan conocida internacionalmente, ha dado un paso significativo. 

La fábrica de Nissan en Barcelona: un puente entre mundos

En sí, el corazón de esta historia se encuentra en la histórica fábrica de Nissan en Barcelona, un lugar emblemático que durante décadas fue sinónimo de producción automotriz europea. 

Desde los años 80, modelos icónicos como el Nissan Patrol, el Terrano y el Pathfinder salieron de estas líneas de producción, al igual que cientos de miles de vehículos comerciales como el Primastar, el Renault Trafic y el Opel Vivaro.

Pero con la salida de Nissan de este emplazamiento, el futuro de la fábrica quedó en el aire. Fue entonces cuando surgió la oportunidad para Ebro, respaldada por inversiones chinas, de revitalizar este espacio.

Aunque, por ahora, los vehículos que se ensamblan allí no son completamente europeos, sino una combinación de piezas fabricadas en China y ensambladas en Barcelona, esta es solo una fase inicial. Todo apunta a que pronto se producirán modelos totalmente “Made in Europe”.

Esta planta de Barcelona es el ejemplo más tangible de esta transición, no será el único caso. Los fabricantes chinos están explorando activamente otras localizaciones estratégicas en Europa, aprovechando infraestructuras existentes y talento local. Esta estrategia no solo les permite sortear las barreras comerciales, sino también integrarse más profundamente en el ecosistema automotriz europeo.

El impacto económico y el futuro de los autos chinos “Made in Europe”

Esta nueva dinámica plantea preguntas interesantes: ¿Qué significa que un auto sea “chino” si está fabricado en Europa? ¿Cómo afectará esto a la percepción del consumidor? Aunque todavía es temprano para responder a estas preguntas, lo que está claro es que los fabricantes chinos están decididos a cambiar las reglas del juego. 

Y es que, al producir en Europa, no solo están desafiando a las marcas tradicionales, sino también demostrando que pueden adaptarse a los gustos y demandas de los consumidores locales.

Por otro lado, el impacto económico no puede pasarse por alto. Revitalizar fábricas como la de Barcelona significa generar empleo, atraer inversiones y dinamizar regiones que, de otro modo, podrían haber quedado rezagadas. En este sentido, la entrada de los fabricantes chinos en Europa es una estrategia comercial que busca una oportunidad para el desarrollo económico local.

Aunque la producción de autos chinos en Europa todavía está en sus primeras etapas, el potencial es innegable. Marcas como Chery están liderando el camino, pero no cabe duda de que otras seguirán su ejemplo. La pregunta no es si los autos chinos conquistarán Europa, sino cuánto tiempo tardarán en hacerlo.

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