Nadie puede negar que los reguladores de velocidad o speed bumps son una medida de seguridad vial que pretende reducir la velocidad de los vehículos en zonas con alto riesgo de accidentes.
Debido a que están colocados para pasar a baja velocidad, cruzarlos de manera rápida pone en riesgo a los peatones y ciclistas, además de que trae consecuencias a la larga a ciertos componentes del automóvil.
Lo malo de pasar rápido los reguladores de velocidad
En primer lugar, pasar los reguladores de velocidad o speed bumps a alta velocidad pueden provocar accidentes de tránsito, al reducir el tiempo de reacción ante situaciones imprevistas o zonas con alto flujo peatonal.
Además, los reguladores de velocidad o speed bumps pueden generar congestión y estrés en los conductores, lo que aumenta la probabilidad de conductas agresivas o imprudentes al volante.
En segundo lugar, pasar los reguladores a alta velocidad puede causar daños graves al vehículo, como desgaste de los neumáticos, desajuste del chasis, deterioro de los amortiguadores y rotura de la suspensión.
Estos daños implican un mayor gasto en mantenimiento y reparación, así como una menor seguridad y comodidad al conducir.
En tercer lugar, pasar los reguladores de velocidad o speed bumps a alta velocidad puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, al generar más emisiones de gases contaminantes y ruido.
¿Deberían de existir los speed bumps?
Lo que sí es un hecho es que los reguladores de velocidad o speed bumps no existirían, si los conductores respetaran los límites de velocidad o bien fueran más atentos con el entorno en cruces donde suelen pasar peatones.
Ante ello, una buena idea sería implementar más sistemas de control de velocidad inteligentes, como radares, cámaras o semáforos, que se adapten al flujo y al tipo de vehículos.
De igual manera, los conductores deben hacer conciencia sobre la importancia de respetar los límites de velocidad y las normas de tránsito, así como de mantener el vehículo en buen estado.
Queda claro que los topes son una medida que puede salvar vidas, pero no deben ser la única ni la principal. Es responsabilidad de todos los actores involucrados en la movilidad urbana buscar soluciones integrales que mejoren la seguridad, la eficiencia y la calidad de vida de los ciudadanos.
Ahora bien, pasar los reguladores de velocidad o speed bumps a alta velocidad puede causar varios problemas al automóvil y a la seguridad misma de los conductores.
Algunas de las consecuencias de pasar rápido los reguladores de velocidad
- Dañar los neumáticos, provocando bultos o cortes que afectan su funcionamiento y durabilidad.
- Desajustar el chasis, aumentando la holgura entre las piezas que lo componen y generando más visitas al mecánico.
- Desgastar los amortiguadores, reduciendo su capacidad de absorber el impacto del auto contra el suelo y disminuyendo la comodidad de los pasajeros.
- Provocar accidentes de tránsito, al reducir el tiempo de respuesta ante situaciones imprevistas o zonas con alto flujo peatonal.
Algunos consejos para pasar por los reguladores de velocidad de forma segura
- Reducir la velocidad antes de llegar al regulador de velocidad.
- Se recomienda pasar el reductor a menos de 15 mph.
- Mantener una velocidad constante al pasar por el regulador de velocidad.
- No frenar bruscamente al llegar al regulador de velocidad.