Todas las carreras de motos suelen ser un espectáculo impresionante, donde la adrenalina fluye a medida que los pilotos aceleran a velocidades vertiginosas. Pero hay quienes llevan estos límites aún más lejos, como lo hizo el stuntman británico Jonny Davies, quien rompió un récord Guinness al ser arrastrado por una moto a 160 mph (256,72 km/h).
Lo que hace esta hazaña aún más impresionante es que el mismo Davies controlaba la moto mientras era arrastrado por ella, demostrando no solo habilidades extremas, sino también un coraje inigualable.
Cuando pensamos en manejar una moto a 160 mph, es fácil imaginar la concentración y destreza necesarias para mantener el control. Y es que, la velocidad extrema no es un juego y cualquier error podría tener consecuencias fatales.
Ahora, llevar una moto siendo arrastrado detrás de ella como si estuvieras esquiando sobre asfalto es una locura. Sin embargo, para Jonny Davies, fue un desafío que estaba dispuesto a aceptar.
Davies, un especialista en acrobacias de Peterlee, County Durham, creció admirando a su compatriota Gary Rothwell, quien estableció el récord de velocidad más rápida arrastrado por una moto en 1999, alcanzando 156.29 (251.54 km/h). Desde muy joven, Davies soñaba con superar ese hito, y 25 años después, finalmente lo logró.
Para esta proeza, Davies utilizó una Kawasaki Ninja H2 SX 2023, una motocicleta conocida por su impresionante potencia y velocidad. Equipado con un motor sobrealimentado de cuatro cilindros y 197 hp, este «monstruo» fue modificado para permitir a Davies controlar el acelerador mientras estaba siendo arrastrado.
Para el reto, la moto incluyó un botón de control de acelerador secundario en la parte trasera, que Davies usó para mantener la velocidad mientras se deslizaba sobre la pista de concreto del aeródromo de Elvington en Yorkshire.
Una velocidad extrema, combinada con el riesgo de perder el control, exigía que Davies contará con equipo especializado. Para protegerse, utilizó placas de titanio en las botas, que le permitieron deslizarse sobre el asfalto sin que sus pies se quemaran por la fricción. Aun así, durante la carrera, su bota izquierda se elevó por el aire, añadiendo un nivel adicional de dificultad al ya peligroso intento. La Kawasaki Ninja H2 SX, con su sistema de inducción forzada y capacidad de alcanzar 207 hp, fue la máquina perfecta para esta hazaña.
En su primer intento, Davies alcanzó una velocidad de 154,677 mph (248,92 km/h), quedándose a poco de romper el récord. Pero no se rindió. Subió de nuevo a la moto, la controló mientras aceleraba hasta los 160 mph, y finalmente rompió el récord mundial.
Después de la hazaña, Davies describió la experiencia como “un viaje borroso y lleno de baches”. Aunque el viaje fue caótico, elogió la estabilidad de la Ninja H2 SX, destacando que la moto fue «una máquina absoluta, perfecta para el trabajo».
Para Jonny Davies, romper récords no es algo nuevo. Esta hazaña no fue su primera vez en los libros de récords Guinness. Hace cuatro años, estableció el récord de “caballito en el manillar de una motocicleta más rápido”, manteniendo la rueda delantera levantada mientras estaba sentado en el tanque de combustible de la moto, alcanzando una velocidad de 109 mph (175,41 km/h).
Aparte, en 2022, junto a su compatriota Paul Swift, estableció el récord de “más giros por parte de un automóvil alrededor de una motocicleta haciendo un caballito en un minuto”.
