Después de décadas de pertenecer al mismo dueño, el Willow Springs International Raceway, un circuito legendario que ha sido testigo de innumerables carreras y momentos históricos en el mundo del automovilismo, está a la venta.
Tras 62 años bajo la administración de Bill Huth y su familia, esta extensa y desafiante pista busca un nuevo propietario que continúe su legado, por lo que marca el final de una era y el comienzo de un nuevo capítulo para uno de los circuitos más venerados de Estados Unidos.
Ubicado a tan solo una hora al norte de Los Ángeles, California, cerca de Lancaster, Willow Springs International Raceway se ha consolidado como una de las pistas más rápidas y emocionantes de América del Norte. Desde su fundación en 1953, sus pronunciados cambios de elevación y altas velocidades promedio han atraído a pilotos y aficionados de todo el mundo.
Dentro del complejo de 600 acres no solo alberga la famosa pista principal de 2.5 millas (4 kilómetros), conocida como Big Willow, que conserva su trazado original desde 1953, sino que también cuenta con otras seis pistas adicionales. Entre ellas se encuentran una instalación de plataforma antideslizante para pruebas de control de vehículos, una pista ovalada de tierra, una pista de karts y dos pistas ovaladas asfaltadas.
Además de las pistas, Willow Springs International Raceway ofrece una amplia gama de instalaciones y servicios para los amantes del automovilismo. Cuenta con boxes, paddocks, edificios, tiendas, garajes, una escuela de conducción, oficinas administrativas, puntos de venta de comida, una estación de combustible exclusiva con gran capacidad de almacenamiento y parques para caravanas.
Para aquellos millonarios inversionistas, esta es una oportunidad única en la vida para adquirir “La pista más rápida del Oeste”, un complejo que abarca casi todas las disciplinas de deportes de motor.
Willow Springs ha sido escenario de eventos históricos como las dos primeras carreras de NASCAR al oeste del Mississippi, la primera carrera de la Federación Internacional de Motociclismo en Estados Unidos, los primeros eventos de la Asociación Estadounidense de Motociclistas, la primera carrera de resistencia de motocicletas de 24 horas, la primera carrera de karts en carretera en Estados Unidos y la primera carrera del CA Sports Car Club en un circuito especialmente diseñado.
Al día de hoy, el circuito principal, inspirado en los grandes circuitos europeos, sigue siendo un desafío para los pilotos más experimentados. Sus curvas rápidas y cambios de elevación lo convierten en una experiencia única y emocionante.
Hasta el día de hoy, se desconoce el precio o avalúo de esta propiedad. Solo por la extensión y legado histórico esta pista vale millones y millones de dólares.