Cada vez que se realiza el cambio de horario de verano, el debate es inevitable generando opiniones encontradas entre los estadounidenses. Mientras algunos consideran que adelantar los relojes para aprovechar mejor la luz solar es beneficioso, otros argumentan que los cambios afectan negativamente su rutina diaria y calidad de sueño.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) arroja luz sobre un aspecto importante: la seguridad vial.
Según la investigación, adelantar los relojes tiene efectos positivos en la seguridad de peatones y ciclistas, aunque el impacto general en los accidentes fatales es mínimo.
Si bien estos hallazgos no resolverán el debate sobre el horario de verano, los beneficios para peatones y ciclistas son significativos, ya que estas categorías han experimentado un aumento en las cifras de muertes en la última década.
No obstante, este incremento se ve contrarrestado en gran medida por el aumento de accidentes fatales en los que los ocupantes de vehículos motorizados resultan fallecidos.
Es ampliamente conocido que los estadounidenses no suelen recibir con agrado cambiar el horario de verano en primavera, y en el norte del país, tampoco les agrada el hecho de que oscurezca temprano después de atrasar los relojes en invierno.
Mientras tanto, el Congreso considera investigaciones sobre el sueño y posibles ahorros de energía para evaluar los beneficios del status quo, el horario de verano permanente y el horario estándar permanente.
Para evaluar el impacto del horario actual en la seguridad vial, los investigadores del IIHS analizaron los datos de accidentes fatales en las cinco semanas previas y posteriores a cada cambio de hora entre 2010 y 2019.
Se enfocaron en los choques que ocurrieron durante las horas en las que el cambio horario afectaba la luz solar y separaron aquellos en los que solo murieron ocupantes de vehículos motorizados de los que resultaron en muertes de ciclistas o peatones.
Cuando se consideraron todos los choques ocurridos entre las 4 am y las 10 am, y entre las 3 pm y las 9 pm, independientemente de si fallecieron ocupantes de vehículos, ciclistas o peatones, el efecto neto en los accidentes fatales fue mínimo.
Durante las cinco semanas posteriores al cambio de hora en otoño, los accidentes fatales de ocupantes de vehículos motorizados disminuyeron, mientras que los accidentes fatales de ciclistas y peatones aumentaron.
Por otro lado, durante las cinco semanas posteriores al cambio de hora en primavera, los accidentes fatales de ocupantes de vehículos motorizados aumentaron, y los accidentes fatales de ciclistas y peatones disminuyeron. Como resultado, el balance general mostró 29 accidentes fatales más de ocupantes de vehículos y 26 accidentes fatales menos de ciclistas y peatones.
Sin embargo, los efectos de los cambios de hora fueron más notorios en los accidentes ocurridos temprano en la mañana y al final de la tarde, cuando los niveles de luz se vieron afectados por la nueva hora.
Durante estos períodos, se observó una reducción significativa en los accidentes fatales de ciclistas y peatones, mientras que el aumento en los accidentes fatales de ocupantes de vehículos fue prácticamente nulo.
En realidad, existen varias formas en las que los cambios de hora podrían afectar las tasas de accidentes. Por un lado, la alteración de los patrones de sueño puede provocar somnolencia al conducir o hacer que las personas se apresuren debido a la falta de tiempo.
Para ciclistas y peatones, el factor más relevante en el horario de verano parece ser el cambio en las condiciones de iluminación durante los períodos clave de conducción.
Estos hallazgos concuerdan con lo que ya se sabe sobre los accidentes de peatones, los cuales ocurren principalmente durante el día, pero la mayoría de las muertes de peatones ocurren durante la noche. Desde 2009, las muertes de peatones han aumentado un 80%, mientras que las muertes de ciclistas han experimentado un incremento del 75% en un período similar. Como resultado, ciclistas y peatones representan casi una quinta parte de todas las muertes en accidentes de tránsito.
Enfrentar el problema del horario es una tarea complicada, como demuestra este estudio. Aunque es evidente que contar con una hora adicional de luz al final de la jornada laboral puede ser beneficioso, este beneficio puede verse contrarrestado por una hora extra de oscuridad al comienzo del día. Igualmente, por razones aún desconocidas, el efecto en las muertes de ocupantes de vehículos es opuesto al efecto en las muertes de ciclistas y peatones.
En conclusión, el estudio del IIHS muestra que adelantar los relojes para alinear la jornada laboral con la salida y la puesta del sol con el horario de verano tiene un impacto positivo en la seguridad de peatones y ciclistas.
Aunque el efecto general en los accidentes fatales es mínimo, durante las horas en las que el cambio de hora afecta la luz solar, se observa una reducción significativa en los accidentes fatales de ciclistas y peatones.